El Land Rover Defender es el emblema en las islas. Curioso: una pickup de producción nacional cuesta más en Buenos Aires que el mismo modelo que llega a Puerto Argentino con triangulación Sudáfrica-Londres.
Pero también hay razones prácticas: en las Malvinas el uso de vehículos todoterreno es necesario, ya que las salidas al campo son uno de los pocos divertimentos de los isleños. Los caminos son ásperos, intensos para cualquier travesía off road. La turba, ese suelo esponjoso que siempre está húmedo, que filtra el agua hacia arriba, hace que la doble tracción, la solidez del chasis y la robustez sean no sólo un eslogan de marketing o una moda, sino una condición necesaria para no quedarse en el camino. Por eso los Defender siguen en circulación y tienen buen valor de reventa en un pueblo que tiene uno de los PBI más altos del mundo y sueldos promedio de dos mil libras.
El manejo todoterreno también es clave para el turismo, ya que buena parte de los tours son a campo traviesa. Por ejemplo, para ir a Monte Longdon y Tumbledown, las colinas donde se llevaron a cabo las batallas más crudas y finales de la guerra en 1982. Allí, no sólo complica la turba sino los rastros de las bombas de los aviones británicos, que aún perduran. En caravana hacia allí requiere de especialistas off road. De hecho, hubo necesidad en varias oportunidades de usar eslingas para rescatar a los vehículos atascados.
Paradojas
No hay registros precisos sobre la cantidad de vehículos que se venden las islas. No hay ranking de modelos, ni nada que se le parezca. Además de la agencia Land Rover, la estación de servicios de Puerto Argentino tiene una oficina que tiene la representación de Mitsubishi. Por eso, entre los vehículos más nuevos que se ven en las Malvinas, además de los Land Rover y Range Rover, está el Mitsubishi Montero, que en la isla aparece bajo la denominación Shogun, como se la conoce en Gran Bretaña.
Ambas agencias traen también modelos 0 km Ford y, en menor medida, de General Motors. Como en Inglaterra, el volante va a la derecha. Las Ranger tienen presencia destacada en las islas y son una paradoja para el mercado argentino: pese a que se fabrica en la provincia de Buenos Aires, el precio final es más barato en las Malvinas que en el resto del país. Y, curiosamente, el modelo que recibe un isleño partió desde la planta de Sudáfrica rumbo al Reino Unido y desde allí hacia el remoto Atlántico Sur. En Puerto Argentino, la Ford Ranger versión XLT doble cabina 4×4 vale 31 mil libras, cerca de $2,5 millones. Esa variante en nuestras pampas vale $2,9 millones, según el listado de precios que publica la asociación de concesionarios ACARA.
En la agencia Land Rover, en tanto, quedaba en el salón un Range Rover Evoque 2019 0 m que se vendía a 34.500 libras, alrededor de u$s45.000. En la Argentina este modelo arranca en u$s 82.000. No obstante, el modelo 2020, dicen, podría incrementarse en las Malvinas valores más cercanos a los argentinos, aunque inferiores (unos u$s 70.000).
De todos modos, la mayor parte de los isleños se inclinan por los usados, que también vienen en barco desde Inglaterra. “Acá no rigen las normas ambientales europeas, entonces allá descartan autos por el nivel de emisiones de dióxido de carbono, que les encarece los costos de mantenimiento”, explica un chileno instalado en las islas desde hace diez años. “Mirá el viento que hay acá, los gases se ventean”, agrega con una sonrisa por el clima áspero de las Malvinas. Rápidamente aclara que sabe que no se trata de polución, sino de calentamiento global.
Autos medianos con tracción simple se consiguen en menos de 10 mil libras, mientras que modelos 4×4 como Hyundai Santa Fe o Nissan X-Trail con cinco años de antigüedad rondan las 13.000 libras, cercano al millón de pesos argentinos al tipo de cambio actual. Valores cercanos al de los usados argentinos. Una salvedad: el sueldo promedio en las islas equivale a unos $160 mil.
Fuente: Ambito