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Se busca un precio de “equilibrio” entre lo que piden las provincias productoras (u$s54) y lo que reclaman las distribuidoras (u$s30). Desde el miércoles las naftas sube $3 por litro, pero es incremento lo absorben las refinerías.

El Gobierno nacional lanzará una batería de medidas para paliar los efectos del coronavirus en el sector de los hidrocarburos. Según pudo saber Ámbito de fuentes oficiales, en esta semana se definirá el valor del nuevo barril criollo de petróleo, se descongelarán los impuestos a los combustibles y aplicará un esquema de retenciones variable para los productores locales.

En el Ministerio de Desarrollo Productivo a cargo de Matías Kulfas tienen decidido no prorrogar más el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que se actualizan trimestralmente según la inflación del INDEC del período inmediatamente anterior.

La última prórroga, que se estableció con el DNU 196/2020 de fines de febrero, postergó tres aumentos pendientes para el 31 de marzo y el 1 de abril. Son los correspondientes al tercer y cuarto trimestre de 2019 y al primero del 2020. Aunque algunas petroleras mantenían la ilusión de otro diferimento, desde el Poder Ejecutivo confirmaron que el próximo miércoles los impuestos encarecen alrededor de $3 por litro, aunque ese ajuste no se trasladará a los surtidores. El incremento va a ser absorbido por las refinadoras, que hoy se encuentran beneficiadas por el histórico derrumbe del precio internacional del petróleo.

Otra de las medidas en que se avanza en la cartera de Kulfas, que incluye a la Secretaría de Energía de Sergio Lanziani, es la restauración del “barril criollo” de petróleo en la Argentina, por el cual el Estado inyecta millonarios subsidios para sostener el precio del crudo nacional, con el objetivo de garantizar la actividad local, las fuentes de trabajo y la supervivencia de las empresas y las inversiones, principalmente en Vaca Muerta.

La iniciativa se comenzó a debatir antes del brote de coronavirus en el mundo, pero el Gobierno terminó de aceptar la necesidad con la declaración de la pandemia. La primera vez que se aplicó fue durante el gobierno de Cristina de Kirchrner y la gestión de Miguel Galuccio en YPF, en medio de la anterior crisis financiera mundial. El denominado “barril criollo” funcionó entre 2007 y 2015 como precio sostén para evitar que una cotización por debajo de los u$s50 afectara las inversiones de las compañías que operan en el país.

Hoy el panorama mundial tiene otras causas, pero los mismos efectos y consecuencias. Las provincias productoras de hidrocarburos le reclamaron al Gobierno un barril criollo de u$s54, pero las empresas distribuidoras se quejaron y exigen un valor de alrededor u$s 30. Desde Desarrollo Productivo aseguraron que todavía se “negocia” para llegar a un punto de equilibrio. En el sector se habla de un barril criollo en torno a los u$s50 y se estiman que hoy sobran unos 200.000 barriles de petróleo por día. El petróleo Brent, de referencia para la Argentina, cayó más de 63% en un año, hasta los u$s26 promedio.

La tercera medida que anticiparon las fuentes oficiales a Ámbito es la instalación de un esquema de retenciones variables, vinculado al precio internacional de petróleo. Esta iniciativa permitirá “amortiguar” las variaciones extraordinarias de los valores del crudo, según factores externos al mercado, como el coronavirus.

El decreto que ordenó la cuarentena obligatoria eximió a la comercialización y producción de combustibles y la consideró actividad esencial. En la industria del petróleo y los hidrocarburos trabajan unas 100.000 personas en todo el país. En Vaca Muerta se cumplen guardias mínimas, distanciamiento social y otros protocolos para evitar contagios de coronavirus.

El decreto que ordenó la cuarentena obligatoria eximió a la comercialización y producción de combustibles y la consideró actividad esencial. En la industria del petróleo y los hidrocarburos trabajan unas 100.000 personas en todo el país. En Vaca Muerta se cumplen guardias mínimas, distanciamiento social y otros protocolos para evitar contagios de coronavirus.

Todas estas propuestas deberán ser refrendadas por gobernadores, empresarios y sindicatos en un acuerdo macro en medio de la emergencia sanitaria. Las preocupaciones son múltiples: se paralizaron los pozos de shale en Vaca Muerta; el aislamiento obligatorio desplomó las ventas de combustibles en las estaciones de servicio hasta 80%; los sindicatos se quejan por el pago parcial de sueldos; las inversiones huyeron, y las empresas se desesperan por obtener los Repro y algunas ya solicitaron Procesos Preventivos de Crisis;

Desde el Gobierno remarcaron que todos los actores del sector de los hidrocarburos deben comprometerse a sostener la producción y el empleo, al mismo tiempo que se buscará potenciar a los proveedores de insumos locales. “Deben tener un rol protagónico”, advirtieron los funcionarios nacionales consultados. Se estima que solo las pymes de Neuquén, Río Negro y La Pampa emplean a 15.000 petroleros. “El Estado operará como mediador del acuerdo para garantizar que las partes las cumplan”, remarcaron.

 

Fuente: Ambito