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Ante amenaza de reducción de crecimiento económico global el crudo es uno de los más afectados.

Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus socios intentarán el jueves y el viernes en Viena frenar la caída de los precios del crudo frente a la epidemia del coronavirus, que arrastra a la baja la demanda mundial.

La epidemia amenaza el crecimiento de la economía mundial y el sector petrolero es uno de los más afectados.

El virus afecta incluso a la organización de la propia reunión y la Opep anunció que prohibirá la entrada a su edificio a los periodistas como medida de prevención “por el riesgo de salud pública que supone la presencia de tanta gente en un solo lugar”, indicó el martes un comunicado.

Los ministros de los 13 países miembros del cartel, liderados por Arabia Saudita, y sus socios, incluida Rusia, que juntos forman la llamada Opep+, decidieron en diciembre recortar la producción en 500.000 barriles al día, con otro recorte “voluntario” de los saudíes de otros 400.000 barriles. A estos recortes se suma la reducción de 1,2 millones de barriles en vigor desde 2016. La medida hizo subir brevemente el precio del petróleo pero la epidemia de coronavirus la hizo caer de nuevo.

Los dos barriles de referencia del mercado -el Brent para Europa y el WTI para Estados Unidos- perdieron cerca de un 30% desde mediados de enero. El lunes de madrugada cayeron a su menor nivel en un año, por debajo de los 50 el Brent y de los 45 dólares el WTI. En febrero, el comité técnico (JTC) de la Opep recomendó un recorte suplementario de otros 600.000 barriles.

Pero según Craig Erlam, un analista de Oanda, “no será suficiente” porque China, gran consumidora de petróleo, está en plena crisis por el coronavirus, que sigue extendiéndose por el mundo.

En manos de Rusia y Arabia Saudita

La decisión que se tome en esta cumbre, considerada “extraordinaria” porque se celebra solo tres meses después de la anterior, dependerá de los grandes pesos pesados que son Arabia Saudita y Rusia.

La semana pasada el ministro de Energía ruso, Alexandre Novak, declaró a las agencias de prensa de su país su voluntad de “cooperar más (…) en el marco de las relaciones multilaterales de la Opep+”.

Pero el domingo el presidente Vladimir Putin, citado por las agencias rusas, consideró que “el nivel actual de precios del petróleo es aceptable” porque es superior a los 42,4 dólares el barril de Brent, el nivel de base que sirve para calcular el presupuesto ruso. Sin embargo, Arabia Saudita y su ministro de Energía, Abdel Aziz bin Salmane, hermanastro del príncipe heredero Mohammed bin Salmán, quieren el doble de ese precio, según Bjarne Schieldrop, de SEB.

Cada vez que se frena el crecimiento económico mundial, la demanda de petróleo sufre y aumenta el exceso de oferta, lo que podría volver a ocurrir ahora con la previsión de la Ocde el lunes de un crecimiento para 2020 del 2,4% (frente al 2,9% de su anterior previsión).

Por su parte, la Agencia Internacional de la Energía revisó a la baja sus previsiones de crecimiento de demanda de petróleo para 2020, ahora inferior a 825.000 barriles al día, su nivel más bajo desde 2011, bajo el efecto de las consecuencias “significativas” del coronavirus.

Este desequilibrio entre una demanda que cae y una oferta abundante se explica también por la importante producción en países fuera de la Opep, como Estados Unidos pero también Brasil, Noruega o Guyana. Un importante recorte de producción de la Opep podría mantener los precios al alza pero reduciría su cuota de mercado. Por su parte un recorte más limitado solo tranquilizaría a los mercados “un día o dos,” apunta a la AFP.

 

Fuente: El tiempo