Desde Provincia continúan con las gestiones para la compra del equipamiento. Ayer registraron un nuevo temblor, el segundo de la semana.
Ayer se registró un nuevo sismo cerca de Añelo, el “corazón de Vaca Muerta”, y las dudas sobre por qué se convirtieron en parte de la vida cotidiana de la zona persisten. Para despejarla, hace casi un año, Gobierno provincial anunció que desplegará una red de 20 sismógrafos, de los que actualmente solo hay dos y serían prestados.
El sismo de ayer no fue informado por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), pero sí por Red Geocientífica Chile, un grupo que desde hace años hace un seguimiento de la actividad sísmica de la provincia. Según la organización, el temblor fue a las 16, con una intensidad de 3° en la escala de Richter y a 7,2 kilómetros de profundidad.
Como viene ocurriendo desde diciembre, el temblor ocurrió al norte de Añelo. En este caso fue a 28 kilómetros al nor-noreste de la localidad. El del lunes fue al noreste y tuvo casi la misma magnitud: 3,3°.
En ese caso, quien contó que le avisó al Inpres fue el docente del departamento de Geografía de Universidad del Comahue, Javier Grosso,quien también viene realizando un relevamiento de la actividad sísmica. “Pude corroborar por mis fuentes que esos pozos cercanos están fracturando o en etapa de inyección efectiva en este momento”, aseguró.
Sin embargo, todos los especialistas coinciden en que es necesario contar con más sismógrafos para entender si la actividad de una zona que siempre fue sísmica se incrementó y por qué.
La clave estará en el seguimiento de los “microsismos”, o sea de los de 2° de magnitud o menos, explicó la subdirectora del Inpres, Silvana Bustos. Pro poder emprender esta tarea es esencial contar con las estaciones de monitoreo.
Actualmente solo hay dos: una en Añelo y otra en Sauzal Bonito. Si los sismos no son fuertes, el Inpres depende que alguien avise para que chequeen la información “manualmente”.
Mientras tanto, desde el Gobierno provincial solo se pudo saber que las gestiones para comprar los sismógrafos continúa, aunque aun no hay grandes novedades. El proceso es complejo porque se encargan a empresas del exterior que deben construirlos con las características técnicas especificas para la zona. Además, hay que terminar de gestionar los permisos de los terrenos privados en los que se deben instalar las estaciones, lo que fue determinado por especialistas.
A todas las complejidades de la tarea se le suma el contexto económico, porque los sismógrafos se pagan en dólares y no son baratos. Aun se desconoce quién estará a cargo de la financiación del proyecto que encabeza Provincia, pero también lo integran el Inpres, especialistas del Conicet y las empresas petroleras que conforman el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG).
Una vez que la red esté en funcionamiento, deberá recoger datos por al menos un año para tener datos certeros. “El tiempo pasa rápido”, contestó en agosto del año pasado el presidente del Inpres, Alejandro Giuliano, ante la consulta de cuándo se instalarán las próximas estaciones. Parce que la profecía se cumplió y habrá que seguir esperando para entender si detrás de los sismos está el fracking o la naturaleza.
Fuente: Rio negro