La Justicia de EEUU había suspendido el juicio hasta que no se definieran las elecciones presidenciales argentinas. Este viernes, el Estado defenderá ante el fondo Burford su postura de llevar la demanda a Buenos Aires.
Tras varios meses de inactividad por las elecciones y el cambio de Gobierno, este viernes se retomará el juicio que enfrenta el Estado nacional e YPF por una demanda de un fondo de inversión, que reclama una indemnización por la estatización de la petrolera en 2012. La jueza neoyorquina que dirige el caso, Loreta Preska, escuchará a ambas partes y podría decidir en las próximas semanas si la demanda continúa en Nueva York o se muda a Buenos Aires.
El proceso eleccionario puso paños fríos en la última parte de 2019 a la causa que ya lleva casi cinco años en los tribunales norteamericanos. La cuestión de fondo en el juicio tiene que ver con el reclamo de una accionista minoritario de YPF en el momento de la nacionalización, que busca tener un tratamiento igualitario al que tuvo Repsol, que cobró una indemnización de U$S5000 millones.
Antes de definir esa discusión de fondo, las partes trataron de resolver en la justicia una primera cuestión: dónde debería dirimirse el caso, considerando que la petrolera es una compañía radicada en el país. El Gobierno e YPF sostuvieron que la demanda debe continuar en la Argentina. Un primer reclamo en este sentido fue desestimado por la justicia de primera y segunda instancia y por la Corte Suprema de los Estados Unidos.
De todas formas, la jueza Preska accedió a contar con nuevos argumentos de las partes para tomar una decisión final. El analista de Research for Traders, Sebastián Maril, dijo a TN.com.ar: “Me atrevo a decir que si no hay mayores demoras, el fallo definitivo sobre este tema podría conocerse antes de que termine marzo”.
“Se entiende que habiendo ya varios fallos por el tema de la jurisdicción de la demanda, si Preska falla a favor o en contra podría no haber más instancias para definir esa cuestión“, explicó Maril.
Una vez determinado dónde se realizará el juicio, el tema de fondo será determinar si el Gobierno argentino debió realizar a todos los accionistas de la petrolera una oferta para comprar sus acciones, tal como hizo con Repsol. Uno de esos accionistas minoritarios era el Grupo Petersen a través de dos firmas. Tras la nacionalización, Petersen no pudo seguir pagando un crédito con el que había accedido a esa posición accionaria, por lo que un tribunal español declaró su quiebra.
El fondo de inversión inglés Burford, especialista en litigios de este tipo, compró los derechos del juicio al Grupo Petersen y se lanzó a buscar una indemnización a la justicia neoyorquina.
En los últimos meses ese fondo sufrió un golpe en pleno juicio contra la Argentina. La agencia estadounidense Muddy Waters aseguró en un reporte que Burford “mintió” a sus inversores sobre la potencial ganancia que podrían tener sus accionistas por el juicio contra YPF.
La firma estadounidense calificó al estudio de abogados Burford de “pobre disfrazado de grande” y señaló que esta firma “corteja a los inversores” con métricas que “no tienen sentido”, dado que están manipuladas. “Están muy manipulados y engañan mucho a los inversores sobre sus rendimientos reales”, dijo Muddy Waters.
Fuente: TN