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En momentos en los que se mantienen congelados los precios de los combustibles, las Pymes del interior se están viendo seriamente perjudicadas

Productores de biodiesel y bioetanol alertaron que están atravesando una situación crítica, como consecuencia del congelamiento de precios de los combustibles que dispuso el Gobierno y que terminó arrastrando a estos dos sectores, que deben hacer frente a fuertes subas de costos. En este contexto, pidieron una reunión urgente con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

“Entendiendo que la situación del país es muy compleja, el sector que produce más del 10% de los combustibles que se usan en el país, puede aportar soluciones, para eso solicitamos una audiencia el Ministro Matías Kulfas. Dialogando vamos a cuidar las fuentes laborales, el ambiente y el federalismo”, indicaron a través de un comunicado desde la Liga Bioenergética de Provincias Argentinas.

Esta organización se constituyó en 2018 como una mesa de trabajo y está conformada por ministros de diferentes provincias, así como también por referentes de cámaras empresarias, tendientes a debatir las diferentes problemáticas que afectan a las distintas ramas que conforman a este sector.

“Con casos de empresas cerradas en 2019, otras en convocatoria de acreedores, con más de 3.000 puestos de trabajo perdidos y con plantas e ingenios totalmente paralizados porque el precio no cubre el costo de la materia prima, la situación hoy tiene como consecuencias previsibles y lamentablemente ineludibles si se sigue así, las cesantías y despidos”, plantearon desde la entidad.

“En un sector que genera empleo en 10 provincias, desde los campos hasta las industrias, poner en peligro miles de fuentes laborales es poner en riesgo a las economías provinciales y en alerta sobre otros posibles conflictos”, agregaron.

Desde la Liga remarcaron además que “la Argentina necesita si o si utilizar biocombustibles por razones de calidad y de capacidad refinadora, el camino en el que desaparecen las Pymes sólo llevará a concentrar la producción en los mismos de siempre, un virtual monopolio energético, ilegal, que no le conviene a la gente y menos aún al sector productivo argentino, que verá como el ‘costo de todos los costos’, el de la energía, será definido por dos o tres jugadores”.

“Y para demostrar esto, hoy las petroleras mientras no compran biodiesel a las Pymes, están importando gasoil con nuestros escasos dólares a $63, sin pagar impuestos, un verdadero sacrilegio económico, social y ambiental”, advirtieron.

Biodiesel: situación crítica

El caso del biodiesel sirve para exhibir cómo un sector clave para las economías regionales hoy está atravesando una crisis sin precedentes.

Son más de 25 empresas que abastecen, mes a mes, a las petroleras. Proveen biodiesel para realizar el corte con gasoil y están amparadas por una ley. Sin embargo, todas estas pequeñas y medianas plantas están atravesando una fuerte crisis y algunas, según advierten sus propietarios, están al borde de la quiebra.

Es una situación grave, dado el impacto que esto puede tener a nivel empleo. Esta rama de actividad ya había transitado un difícil 2019. Durante la última etapa del macrismo, les cambiaron las reglas de juego, modificándoles la fórmula con la que se establece el cálculo del precio de venta e, incluso, demorando la oficialización del valor que deben pagarles las petroleras.

Con el cambio de Gobierno, el sector esperaba una normalización de la actividad. Pero, por el momento, fueron más señales que hechos.

Las empresas se encuentran con que la Secretaría de Energía, que pasó a conducir Sergio Lanziani, no está publicando el valor actualizado correspondiente a enero, en un contexto en el que los costos de los insumos se dispararon.

Para peor: el último precio que publicó el macrismo, a comienzos de diciembre, tampoco respetó la fórmula original que se había fijado a través de una resolución de comienzos de 2019, con lo cual, la actualización sirvió de poco y agravó el problema.

“Estamos en una situación crítica, con todas las plantas paradas. Estamos a la espera de que nos reciban los funcionarios”, señaló un empresario que desde diciembre no puede encender una máquina porque si lo hace va a pérdida.

“El último precio, que se publicó en diciembre, ni siquiera nos ayuda a cubrir los costos variables. De hecho, estamos un 20% por debajo del nivel que necesitaríamos para equilibrar los números”, agregó.

Hay un dato que sirve para ilustrar lo dramático del contexto que les toca vivir a estas empresas, que operan en diferentes puntos de la Argentina y son clave para las economías regionales: según relatan varias fuentes, en épocas del macrismo, el propio Gustavo Lopetegui, cuando estaba al frente de Energía, les reconoció que su gobierno había abandonado el uso de la fórmula, dejando de lado la incidencia del tipo de cambio, porque el objetivo era minimizar el impacto inflacionario en los surtidores.

“En una reunión, nos reconoció que el precio no nos servía, pero que lo hacían para controlar la inflación”, afirmó una de las fuentes, que pidió estricto off the record.

Así, los productores vienen reclamando desde 2019 que se ven forzados a abastecerse de materia prima e insumos a precios de mercado, pero no pueden trasladar esos mayores costos al precio del producto que deben adquirir las empresas petroleras, básicamente porque no se respetaron las reglas de juego.

En este sentido, advierten que el biocombustible no es el causante de la variación del precio del gasoil en surtidor. Es que no sólo tiene una incidencia mínima en la composición del precio final del producto, sino que aseguran que el corte hasta funciona como un “colchón” que le quita presión a los precios en las estaciones de servicio.

 

Fuente: Iprofesional