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No queremos congelarnos en invierno. La mayoría de sistemas de calefacción en todo el mundo todavía funcionan con carbón, petróleo o gas. Esto produce mucho CO2 y afecta al clima. ¿Qué alternativas hay para el futuro?

El calentamiento con carbón, petróleo y gas natural representa alrededor de una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Esto se puede cambiar, dice Wolfgang Feist, fundador del Instituto Casa Pasiva en Darmstadt: “Los edificios se pueden abastecer con energía neutral y es posible en todo el mundo con energías renovables”. “Con buenos sistemas de aislamiento y ventilación, se puede lograr un ahorro de energía de entre el 80 y el 90 por ciento en los edificios nuevos en comparación con los edificios convencionales, y de entre el 75 y el 80 por ciento en los edificios antiguos a través de una renovación energética eficiente”, dijo Feist a DW.

Las necesidades restantes se pueden cubrir con una combinación de energías renovables. El uso de madera o pellets de madera también es una forma de cubrir las necesidades de calefacción de edificios puntuales. Sin embargo, esta “no es una opción sensata para la demanda total de calefacción de las ciudades y las industrias”, enfatiza Feist.

Fráncfort quiere ser climáticamente neutral

Para ser una urbe climáticamente netural en el año 2050, Fráncfort apuesta por diversas tecnologías, explica Paul Fay, del departamento de energía de la ciudad. Él coordina la remodelación, para la cual se ha elaborado con científicos un plan maestro que incluye casas pasivas eficientes y la renovación energética de edificios antiguos de la ciudad.

Frankfurt am Main Paul Fay (DW/G. Rueter)El experto en energía Paul Fay explica la estrategia de Fráncfort.

Fráncfort quiere generar una parte de la energía térmica con energía solar en los techos, mientras que otra parte debe ser suministrada por tuberías de calefacción urbana. Además, se puede aprovechar el calor del suelo, con la ayuda de bombas de calor.

¿Cómo funciona una bomba de calor?

En principio, una bomba de calor funciona como un refrigerador: el calor se genera en un compresor y el frío en el evaporador. Un refrigerante líquido extrae el calor del ambiente para calentar los edificios o el agua. La bomba de calor toma la energía del suelo, del agua subterránea o del aire.

Las bombas de calor necesitan electricidad como energía impulsora; el rendimiento depende principalmente de la fuente de calor.

“Hemos investigado 60 sistemas de bombas de calor en edificios antiguos de Alemania”, dice el investigador Marek Miara, del Instituto Fraunhofer de Sistemas de Energía Solar ISE en Friburgo. El resultado: “Las bombas que utilizan el aire como fuente de calor generan un promedio de unos tres kilovatios hora de calor a partir de un kilovatio hora de electricidad en edificios antiguos. Y las bombas de calor que utilizan el agua subterránea y el suelo como fuentes, generan un promedio de 3,9 veces más calor”, dijo Miara a DW.

Deutschland Frankfurt Passivhäuser (DW/G. Rueter)Asentamiento de casas pasivas en Fráncfort.

Tecnología clave con fuerte crecimiento

Las bombas están reemplazando cada vez más los sistemas de calefacción fósil. “Vemos una tendencia muy positiva a nivel mundial. Estamos viviendo una época de oro para las bombas de calor, será un mercado masivo”, dice Thomas Nowak de la European Heat Pump Association (EHPA). Las ventas mundiales están creciendo un diez por ciento anual.

Menos CO2 con la bomba de calor

En Europa, las bombas de calor han sido hasta ahora muy difundidas y populares, especialmente en los países escandinavos, donde la energía se genera principalmente por medio de energía eólica e hidráulica amigable con el clima. Según los cálculos del Fraunhofer ISE, los sistemas de calefacción con bomba de calor en Suecia generan alrededor de un 90 por ciento menos de emisiones de CO2 que los sistemas de calefacción que utilizan gas natural.

En la UE y en muchos otros países del mundo se sigue generando mucha electricidad con carbón y gas. En promedio, en los países de la UE, el efecto de ahorro de CO2 en comparación con la calefacción de gas natural es de alrededor del 60 por ciento y en Alemania del 30 por ciento.

Si la electricidad se vuelve cada vez más amigable con el clima a través de la expansión de la energía eólica y solar, como ocurre actualmente en Alemania, el efecto de ahorro de CO2 de los sistemas de calefacción con bomba de calor seguirá creciendo.

 

Schweiz Wärmepumpe Energieverbund in Neuhausen am Rheinfall (picture-alliance/Keystone/E. Leanza)Bomba de calor para la calefacción a distancia.

La calefacción necesita de la política

Los expertos en energía y construcción están de acuerdo en que es posible instaurar la tecnología de calefacción neutra para el clima en todo el mundo. “Sin embargo, todavía se requiere mucha capacitación”, dice Andreas Nordhoff, en entrevista con DW. Nordhoff es consultor de tecnología de casas pasivas y también capacita a arquitectos y artesanos.

Pero la política también es importante para el suministro de calefacción amigable con el clima. “Lo que necesitamos ahora es una prohibición de los nuevos sistemas de calefacción de petróleo. Estos son particularmente dañinos para el clima y por lo tanto la nueva instalación debe ser prohibida de ahora en adelante”, dice Nicolas Besser, Gerente de Proyecto de Energía y Protección Climática de la organización ecologista Deutsche Umwelthilfe (DUH).

Para alcanzar los objetivos climáticos, la DUH pide un programa inmediato de protección medioambiental para inmuebles. El apoyo financiero debería utilizarse para renovar edificios, ampliar las redes compartidas de calefacción y acelerar la eliminación gradual de la calefacción a base de petróleo y gas.

 

Fuente: DW