Nielsen pedía 8% de aumento de combustibles, le autorizaron 5% y se arrepintieron. El Nobel de Economía viene para “ayudar” con la deuda.
En YPF hablan de sainete cuando se pregunta por la marcha atrás en el aumento de la nafta. Y en el que parece un episodio folclórico, en una reunión de tres personas, Guillermo Nielsen había solicitado autorización para un ajuste del 8%. El ministro Martín Guzmán le reprochó la cifra y solicitó un 5%. Alberto Fernández habría dado luz verde y luego se arrepintió.
El ajuste llegará, dicen, en febrero junto con nuevos nombres para el directorio de la petrolera que conserva a su ex presidente Miguel Gutiérrez, unido a Nielsen por su vieja amistad con el fallecido experto en energía, el radical Francisco Mezzadri. En el ambiente petrolero se menciona a Nicolás Arceo en un lugar expectante. Este ex vice de la compañía, puesto en su momento por La Cámpora para “controlarlo” a Miguel Galuccio, tiene consultora y es considerado un experto en el armado de modelos de negocios petroleros. Lo cierto es que ha emprendido consultas con provincias productoras impulsando una ley marco de blindaje a las inversiones que también incluye a la minería.
Distinta sería la tarea del Nobel Joseph Stiglitz, mentor del ministro Guzmán y que llega a Buenos Aires por una larga temporada, comentan los bancos interesados en asesorar en la negociación por la deuda. Descuentan que su presencia es para respaldar argumentos de una Argentina en crisis.
Las empresas conocen bien esa crisis que arranca con caída de demanda y cuando ese “algo está pasando” comienza a generalizarse, los pasos del proceso se suceden y de la morosidad se llega a la ruptura de la cadena de pagos y a los despidos.
Tras el derrumbe económico que significan tres años en recesión, aunque no se haya tocado fondo como en otras oportunidades, las cifras que muestra el país son alarmantes. El consumo de lácteos, por citar un caso, cayó 7%. En esa realidad, como escribió el filósofo inglés Francis Bacon, solo Dios y los ángeles pueden ser espectadores.
“Es una crisis mayúscula en términos históricos con una caída de la actividad muy pronunciada en torno al 20%”, apunta Martín Rapetti, director de Desarrollo Económico de Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento).
Pero Rapetti cree que, sin cantar victoria, hay elementos para pensar en una recuperación. Según su razonamiento, el ajuste fiscal se hizo, hay superávit de comercio exterior y viene una renegociación de la deuda que por la enorme liquidez internacional y la convulsión social que vive la región, puede ser razonable. “Este es un gobierno peronista. Con mayor control político y capaz de llevar adelante medidas que otros no pueden”, concluye al enumerar sectores que empujarían la reactivación como Vaca Muerta, la agroindustria, la economía del conocimiento y el turismo.
Desde el Gobierno apuntan al consumo con estabilidad de precios. Descripta como una funcionaria implacable pero de buenos modales, muchos empresarios conocieron a Paula Español en tiempos de las autorizaciones para importar las famosas DJAI de Guillermo Moreno. Ella lleva adelante las tratativas por Precios Cuidados que se extiende desde el 7 de enero. Un anticipo fue la canasta navideña de $ 199, muy visible en la mayoría de los comercios.
Las compañías de consumo masivo, que tuvieron su mejor sábado del año el último 21 de diciembre, se entusiasman con los $ 60.000 millones que se están inyectando vía la tarjeta Alimentar.
La tarjeta, columna vertebral del plan contra el hambre, se activa en el momento de pasar por el posnet. Advierten como curiosidad que la única que puede procesar esas operaciones es First Data: quedó relegada su competidora Prisma. Otra sorpresa: fue aplaudida la decisión de no incluir en esas compras las bebidas alcohólicas, pero llamó la atención que figuren las azucaradas.
A todo esto, los súper se han dado una estrategia de elegir los productos frescos, entre ellos carne y verdura, como el nuevo imán para atraer a esos clientes en lo que ya es una competencia feroz con la carnicería y verdulería del barrio. Las grandes cadenas como Carrefour invierten millones en esa estrategia que les permite ofrecer desde el asado a los tomates hasta un 40% más barato.
Precisamente, cuando el CEO mundial de Carrefour, Alexandre Bompard, se encontró con Alberto Fernández a fines de noviembre surgió la inquietud por el giro de dividendos. “Hace 37 años y 600 locales que estamos en la Argentina y nunca recibimos un euro en Francia”, dicen que dijo Bompard al asegurar que seguirán en la Argentina. La multi francesa asegura perder plata y está con procedimiento preventivo de crisis desde abril.
“Este es un plan para descomprimir, evitaron lo que todo el mundo descontaba para Argentina, una implosión”, lanza Federico Tomasevich de Puente. En su visión, el paquete fiscal dio algunas certezas que se miden en la recuperación del valor de los bonos y la baja del riesgo país. O en la actitud de Pimco, uno de los mayores fondos globales de renta fija, que renovó el 100% de los bonos en pesos.
“La situación dejó de deteriorarse, se dejó de caer”, señala Tomasevich al añadir que “crecer es otra cosa; para eso se necesita un plan”. Típico de financista, Tomasevich se anticipa a actividades de la economía real: acaba de invertir en un proyecto ganadero de 50.000 cabezas de la raza Brangus en Formosa y en la Terminal de Combustibles de Campana, un hub desde donde, por ejemplo, se importa casi todo el asfalto que se utiliza en el país. Además, busca aprovechar el cepo para alentar la inversión inmobiliaria desde el pozo y en pesos: compró varios terrenos gigantescos.
Idénticos planes tiene Marcelo Nemirovsky, conocido como el rey del pistacho, por liderar en un cultivo del que importa la semilla de EE.UU., hace los plantines y debe esperar hasta seis años para los primeros frutos y exportar el 70%. Cuando aún no soñaba en convertirse en presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker junto a Nemirovksy idearon un plan para reconvertir las alicaídas plantaciones de vid en San Juan en este cultivo tan requerido en el mundo.
En otras provincias hay inquietud por algunas firmas de gran tamaño y grandes dificultades. La situación de Vicentín, con una deuda comercial de US$ 300 millones, hace temblar a Santa Fe y a algunas cooperativas como ACA, a la que aquella exportadora de capitales nacionales le adeuda cerca de US$ 120 millones.
La situación de Vicentín ha convertido al principal centro de comercialización de granos, la Bolsa de Comercio de Rosario, en un volcán. La Bolsa estuvo presidida hasta hace poco por Alberto Padoan, casado con una de las herederas Vicentín. Otro tanto sucede en la Cámara Arbitral de Cereales con la batuta de Santiago Ramos, yerno de Padoan. Y ya es un secreto a voces la tormenta que atraviesa uno de los principales molinos del país con negocios diversificados hasta en la industria de la moda.
“Hay motivos de sobra para no tomarse vacaciones”, soltó días pasados el titular de uno de los principales frigoríficos exportadores un tanto desconcertado. Es que la platense Victoria Tolosa Paz, designada para encabezar el Consejo Federal de Políticas Sociales, los sumó a sus convocatorias junto al resto de la cadena de la carne y los lácteos que ya no saben a quién reportarse entre el consejo contra el hambre, reuniones en el Ministerio de Producción por precios a las que se suman estas citas a las que nadie quiere plantar, dada la amistad que une al esposo de la funcionaria, Enrique Albistur, y al Presidente.
A todo esto, la ilusión tan argentina acerca de que Gustavo Beliz podría convertirse en el sucesor de Luis Alberto Moreno al frente del BID, quedó archivada al constatar que ni Estados Unidos y tampoco Brasil apoyarían la candidatura. De esta manera, el país se inclinaría por el postulante peruano.
Para el ministro Guzmán las preocupaciones son otras. Entre ellas, la deuda de la provincia de Buenos Aires que asciende a US$ 8.000 millones y casi equivale a la sumatoria de todo el resto de deuda provincial. En enero los vencimientos llegan a los US$ 700 millones. ¿Qué hará Axel Kicillof?
En Cancillería, mientras tanto, desempolvan la idea de vender algunas representaciones como la que ocupa Daniel Scioli en Brasilia de 1.000 metros cuadrados y un lujo que recuerda a los palacios de Dubai, o la Embajada de España, otra joya de la corona. Decididamente, la austeridad se puso de moda.
Fuente: Clarin