Excelerate Energy impulsa, junto con Transportadora Gas del Sur, un plan de construcción de una terminal modular de licuefacción en el puerto de Bahía Blanca. Aguilar contó cuáles son las características que tendrá la planta.
Gabriela Aguilar, CEO de Excelerate Energy
A raíz del incremento de la producción de gas, son varios los proyectos que tienen por objetivo viabilizar la exportación a largo plazo. Al mismo tiempo que el gobierno impulsa un proyecto de Ley para viabilizar la instalación de una terminal de licuefacción de gas por unos u$s 5.000 millones, la empresa Excelerate Energy impulsa, en forma complementaria con Transportadora Gas del Sur (TGS), un plan de construcción de una planta modular de licuefacción de Gas Natural Licuado en el puerto de Bahía Blanca. Excelerate es una compañía estadounidense pionera y líder del mercado en soluciones flotantes de LNG. En 2008 la compañía desarrolló la primera terminal de regasificación de GNL de América del Sur en Bahía Blanca y en 2011 inauguró otra en Escobar.
En una entrevista con TRAMA, Gabriela Aguilar, CEO de la compañía, contó cuáles son las características que tendrá la planta. Distendida y super agradable, la ejecutiva —que posee una amplia trayectoria en la industria hidrocarburífera, tanto en el upstream como en el midstream de petróleo y gas—recibió a TRAMA en las oficinas de la empresa, emplazadas en la piso 25 de la torre Prourban, más conocido como el rulero.
En cuanto a la iniciativa conjunta con la gasífera TGS, aclaró que se está llevando a cabo la etapa preliminar de factibilidad. «Hace años venimos pensando en Argentina y observamos que la evolución de Vaca Muerta requiere dimensionamiento y respuestas. Aunque se cubra la demanda local y regional, sigue quedando un importante excedente. Así fue como empezamos a trabajar con TGS para verificar las posibilidades de tener una planta de licuefacción», remarcó.
¿Los offtakers están en distintas partes del mundo o la idea es buscar un mercado particular?
— Nuestro proyecto es relativamente chico comparado con el que está pensando YPF. Creemos que una compañía de bandera argentina debe tener un proyecto de esa naturaleza, pero sabemos también que va a requerir una importante inversión y un plazo de lanzamiento que podrá llevar entre cuatro y cinco años, en tanto estén dadas las condiciones para hacer el inicio de la construcción. La iniciativa que tenemos con TGS es totalmente compatible con el resto de los proyectos y es fundamental entender que el potencial que tiene Vaca Muerta no va a estar limitado a un solo proyecto. Tendrá lugar tanto para el nuestro como para el objetivo más grande de YPF. Hay que tener en cuenta la cuestión de la escala. El proyecto ideal que hoy necesita Argentina es escalable, es decir que se le brinda al productor una solución para evacuar el gas que no puede colocar durante el verano. Hoy por hoy, el productor que ha invertido sustancialmente en Vaca Muerta no puede ingresar ese gas en el transporte o tiene que competir con gas convencional. Entonces, lo que hay en el caso del gas seco es una depredación total de precios que afecta inevitablemente las decisiones de inversión.
La idea es que el proyecto pueda dar respuesta asumiendo la infraestructura existente tanto de transporte como de procesamiento de la naturaleza. Esto empezó el año pasado y muchas cosas evolucionaron. La construcción del gasoducto desde Vaca Muerta a Salliqueló, cerca de Bahía Blanca, va a contribuir para liberar estos proyectos de la presión que ocasiona el tiempo estacional. Sobre todo porque vamos a tener capacidad de transporte disponible todo el año. A futuro, el gasoducto construido colaboraría mucho y sumaría capacidad disponible para transportar gas incluso en invierno.
Suponiendo que pueden despejar las variables comerciales y económicas para avanzar en el proyecto, ¿qué capacidad tendría el primer módulo de licuefacción?
—Nuestro proyecto inicia con 4 millones de metros cúbicos hasta llegar a 16 millones, escalado.
¿Está definido un cronograma de obra? ¿Cuándo podrían estar en instancia de definir la construcción?
— Nuestra meta inicial sería a mediados del tercer trimestre de 2020. Es ambicioso. Nosotros venimos trabajando hace un año. Aún tenemos que pasar la etapa de factibilidad. La decisión de avanzar con la construcción se va a tomar a fin de año o principios del año que viene, ya que son 10 meses de análisis y se requiere una inversión muy importante. Primero trabajamos en la etapa de prefactibilidad para establecer los costos de inversión y crear un proyecto sustentable para luego ser presentado en el mercado. Hoy continuamos en esa etapa. Hasta el momento, la reacción del mercado ha sido buena. Hay interesados de distinto calibre. La idea es que esto sirva de base y colabore con el resto de los proyectos.
¿Cuál es el driver que va a determinar la continuidad del proyecto con TGS?
— En primer lugar, el proyecto va a atender la demanda contra-estacional y eso es una gran ventaja para el productor. Durante los meses de verano, cuando la demanda local baja, se atenderá el mercado de Japón, China y Estados Unidos. Esta modalidad es una gran ventaja que permite estabilizar el precio anualmente.
Todas las variables están disponibles y la decisión correrá por cuenta del productor que decida avanzar con este proyecto. Las opciones son múltiples: hay productores más sofisticados que son socios o bien ellos mismos producen LGN a nivel mundial y pueden incluir determinado volumen en su porfolio. Además, hay otros productores que no producen por su cuenta y también están interesados.
Vamos a colaborar con el productor que necesariamente esté dispuesto a tener un contrato de largo plazo para procesar el gas natural. Por otro lado, tiene que haber un offtaker, alguien que tome ese LNG a través de un contrato de largo plazo. Desde TGS y Excelerate nos proponemos colaborar para que esas dos puntas se encuentren.
Excelerate tiene expertise comercial para detectar dónde están esos actores…
— Tenemos expertise. Nosotros compramos cargamento a productores de LNG y luego lo vendemos. De hecho, compramos un cargamento en Boston y lo regasificamos durante enero y febrero. Tenemos muchos años de experiencia; ahora bien, Excelerate no es el único que puede ofrecer un servicio al productor.
En cuanto a la variable económica, ¿qué implicancia tiene el break even del precio del gas?
— El proyecto no va a asumir riesgo molecular. Existe lo que se llama toling o tarifa de licuefacción a partir de la cual el productor evalúa el mercado y el precio. En verano el precio bajó muchas veces. Lo que puede mejorar es un precio internacional. Ahora bien, estamos hablando de largo plazo. El precio de LNG hoy no necesariamente va a ser el precio de LNG dentro de dos o cinco años. Hoy es el peor momento para que un productor tome ciertas decisiones, porque el precio actual no es atractivo. Lo que se puede hacer es bajar aún más el precio para ingresarlo en el mercado y competir con el resto de los productores existentes.
¿Por qué este proyecto tiene sentido en Argentina y no así en otros países?
— Hay otros países que tienen un comportamiento similar pero no poseen una estacionalidad tan marcada. En el caso de Argentina, los países regionales no pueden absorber el excedente. Por ejemplo, en Europa existe todo un continente capaz de absorber un volumen adicional y lo mismo pasa en China o Japón. Argentina está limitada para poder evacuar todo el potencial. No todo el caudal que se espera tener de Vaca Muerta va a poder ser evacuado a través de las redes de transporte existentes.
¿Quién va a hacer la inversión de desarrollo?
— Estamos en ese proceso. Desde Excelerate tenemos interés de participar como accionistas. Por otro lado, necesitamos alguna compañía que tenga participación como productora, como parte del proyecto de licuefacción y que, por supuesto, pueda vender LNG a un tercero.
¿De qué nivel de inversión estamos hablando?
— Estamos en el orden de los u$s 600/800 millones.
Es una terminal modular de licuefacción…
— Exacto, es una terminal modular en tierra con almacenamiento flotante. Sin duda tiene sus beneficios. En términos de tiempo, costo y medio ambiente, la construcción de tanques de LNG tiene una carga importante. Entonces, para colaborar con los costos, el almacenamiento flotante es una ventaja.
YPF está promocionando la construcción de una terminal de licuefacción, ¿qué sentido tiene ese proyecto para Excelerate?
—Creo que los proyectos son independientes, aunque siempre colaboramos y mantenemos conversaciones. La iniciativa de licuefacción de YPF resulta ser un buen testing porque pone a prueba todas las dificultades que existen en proyectos de este calibre.
¿Excelerate está en condiciones de jugar un rol en ese proyecto?
—Por tamaño, en ese proyecto, no. Son proyectos complementarios, ambos viables. Por supuesto que si tengo que elegir dónde industrializar el gas me gustaría que sea en Argentina, y que eso traiga promoción, desarrollo y puestos de trabajo. Por eso digo que todos los proyectos son viables.
¿Cómo evalúas el mercado del gas a futuro?
—Hay que hacer un análisis cuidadoso. Acá va a coexistir el gas convencional maduro, que requiere un montón de inversión para sostener la producción, con el no convencional, que si bien tiene una proyección muy importante en Vaca Muerta, también va a requerir un compromiso de largo plazo en forma constante. El no convencional va a requerir inversión constante y continua a lo largo del tiempo. Si miramos el pasado no tenemos buenas noticias, pero hay que mirar hacia el futuro. Porque las decisiones de inversiones de los productores han sido muy cambiantes dependiendo de las condiciones económicas del precio del gas y tarifas. Particularmente la tarifa de gas tiene un componente social muy importante y, por ende, a la hora de tomar decisiones respecto del precio, entra en juego la política. Esto explica el comportamiento zigzagueante que el precio del gas mantuvo a lo largo de los años. También existen los yacimientos de producción de crudo con gas asociado. Posiblemente se produzca un cambio de porfolio. Muchos productores están modificando el perfil a la producción de crudo. Sobre todo porque hoy ya existe una infraestructura en la que el precio del crudo es internacional y no se pone en discusión. Y cuando digo esto no estoy pensando en el mercado local, hablo de la exportación de crudo.
¿Cuál es la reflexión sobre el acuerdo con YPF?
— Estamos muy contentos con ese acuerdo con YPF, que se va a extender hasta mayo de 2020. Fue un requerimiento de YPF y claramente está asociado con la estacionalidad. El primer cargamento real de exportación se va a dar en octubre. Para nosotros ser parte de eso es importante, queremos acompañar a Argentina en todos los procesos. El barco se llama Excalibur y tiene una capacidad de 138.000 metros cúbicos de LNG, con lo cual el tiempo de carga es menor respecto de otros barcos con capacidad de 155.000 metros cúbicos. Con YPF trabajamos hace muchos años y este es un acuerdo de confianza. Respecto del mercado, eso va a ser una decisión de YPF; hay muchas opciones y colaboraremos con ese tema pero aún no está definido el mercado. ×
Perfil de Gabriela Aguilar – CEO maratonista
Por sus amplios conocimientos del sector, pero sobre todo por la pasión con la que ejerce su trabajo, Gabriela Aguilar nunca salió a tirar currículum, “por suerte siempre me vinieron a buscar”. La actual CEO de Excelerate es licenciada en Administración de empresas y cuenta con una extensa experiencia en el ámbito de la industria energética. “Trabajé en Axion, en Compañía General de Combustibles (CGC) y en Enron Corporation. Además, realicé análisis estratégicos para BG y estuve a punto de ser directora comercial de COMGAS”.
La lista sigue. Antes de iniciar en 2012 su labor en Excelerate, Aguilar desempeñó un importante cargo en la firma Occidental. “Soy una vieja del mercado, una sobreviviente. Siempre ocupo cargos regionales así que viajo mucho. Tengo base en Buenos Aires pero voy y vuelvo de manera constante. Por suerte me gusta la actividad física y estar en movimiento”, y concluyó entre risas: “Soy adrenalínica, ¡hasta corrí maratones!”
Fuente: Econojournal