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La petroleras presionarán por una serie de incrementos que en total rondarían el 15 por ciento. El dólar es clave para que no siga subiendo.

¿Cuál es el precio de equilibrio de la nafta y el gasoil? La pregunta retumba. La respuesta exacta no existe, aunque de ella depende el tenor del cimbronazo que sufrirán los consumidores de combustibles en el país. Los precios están liberados después del congelamiento electoral que decidió Mauricio Macri. Las petroleras aseguran que todavía necesitan un incremento en torno al 15 por ciento. Y que lo impondrán en lo que resta del año en más de un golpe a los bolsillos.

¿Con esos aumentos se terminarán los aumentos? Solo si se mantiene sin alteraciones la cotización del dólar y la del crudo a nivel internacional. Esto si es que el gobierno de Alberto Fernández, que asumirá el 10 de diciembre, no cambia las reglas.

El dólar oficial está controlado desde que Macri reforzó el cepo para frenar una peligrosa sangría de reservas. Cotizaba a 61 pesos por unidad el viernes, pero a la vez el blue se fue a 66,75 pesos, una referencia de lo que podría pasar sin cepo. El mismo día, el petróleo Brent tuvo un leve aumento de precio, hasta llegar a los 62,50 dólares por barril.

En Argentina, el barril se comercializa entre los 52 y los 56 dólares por barril entre las productoras y las refinadoras. Los analistas internacionales estiman que el año que viene el precio del Brent se mantendrá en torno a los valores actuales. Es decir, habría un elemento de presión menos para los precios nacionales de los combustibles.

Ante ese escenario, los aumentos de este año serían suficientes para calmar el apetito de las petroleras si no se devalúa el peso.

Fuente: lmneuquen