La petrolera de bandera redefine su estrategia de comercialización de gas natural licuado para ingresar más rápido en el mercado global. El nuevo esquema contempla la incorporación de seis barcos que funcionarán como plantas móviles de licuefacción.
YPF decidió abandonar el proyecto de construir una planta de licuefacción de gas natural en tierra firme, en la localidad de Sierra Grande, Río Negro, para enfocarse en un esquema de exportación basado en buques offshore de GNL. “En vez de ser una planta en tierra, son varias plantas offshore (costa afuera)”, adelantó el presidente y CEO de la empresa, Horacio Marín.
La decisión tiene el objetivo de agilizar y flexibilizar el plan de expansión internacional con infraestructura flotante que puede adaptarse de forma más dinámica a los cambios del mercado energético. En esa línea, la petrolera contempla la incorporación de seis buques de licuefacción que funcionarán como plantas móviles en la costa.
La modalidad de buques plantea beneficios adicionales que pesaron en la decisión de la empresa.
Desde YPF consideran que este esquema permitirá a la Argentina ingresar más rápido a nuevos mercados globales. Según indicó Marín, este modelo abre la posibilidad de escalar la capacidad exportadora de manera progresiva, sin la necesidad de afrontar una inversión inicial superior a los 30.000 millones de dólares que demandaba la planta terrestre.
Pese al cambio de modalidad, la meta de la compañía permanece inalterada: alcanzar la exportación de 30 millones de toneladas por año de GNL en 2030, lo que supondría duplicar la actual producción de gas del país y generar ingresos adicionales estimados en u$s 15.000 millones anuales.
Para lograrlo, se necesitará también una ampliación significativa de la infraestructura de transporte de gas desde Vaca Muerta hasta la costa atlántica.
YPF ante las ventajas de las plantas móviles
La modalidad de buques plantea beneficios adicionales que pesaron en la decisión de la empresa. La construcción de unidades flotantes suele realizarse bajo contratos llave en mano, lo que ofrece mayor certeza sobre los plazos de entrega y evita los riesgos de demoras habituales en proyectos de infraestructura terrestre.
Además, al tratarse de activos móviles, permiten reubicaciones estratégicas si cambian las condiciones del mercado global. El primer avance concreto en esta estrategia es el proyecto de Southern Energy, la nueva empresa formada por Pan American Energy, YPF, Pampa Energía, Harbour Energy y Golar LNG.

Esta alianza lidera la construcción del primer buque de licuefacción, el Hilli Episeyo, que tendrá una capacidad de producción de 2,45 millones de toneladas por año de GNL y entraría en operación comercial a comienzos de 2027.
Además de esta primera unidad, Golar LNG trabaja en un segundo buque de mayor capacidad, que podría comenzar a operar hacia finales de 2027. YPF también gestiona acuerdos para construir cuatro buques más en astilleros chinos, en sociedad con la italiana Eni y la angloholandesa Shell, lo que consolidaría un esquema de seis unidades para fines de esta década.
El ambicioso plan de exportación contempla inversiones totales por al menos u$s 22.000 millones, según la última presentación de YPF ante inversores en Nueva York. Esta cifra incluye la construcción de nuevas plantas de tratamiento de gas, obras complementarias y, en caso de avanzar todos los proyectos, la necesidad de levantar tres gasoductos adicionales similares al Perito Moreno, que fue inaugurado en 2023.
En paralelo al desarrollo offshore, las exportaciones de gas vía gasoductos ya empiezan a expandirse, aunque en volúmenes modestos. Empresas como Pluspetrol, Tecpetrol y TotalEnergies realizaron envíos de gas a Brasil a través de Bolivia, aprovechando la invraestructura ociosa de ese país por el declive de sus reservas y abriendo un primer canal de prueba para futuros contratos de suministro firme en el mercado brasileño.
Fuente: Dinamicarg