Los modelos que se aplican en el mundo y la opinión de los gremios y los estacioneros sobre una iniciativa que toma impulso en el país.
Poco antes de cerrar el año 2024, el Gobierno nacional puso sobre la mesa el autoabastecimiento de combustible en las estaciones de servicio. Se trata de un sistema que ya se había implementado en la década de 1990 y, aunque se utiliza en otras partes del mundo, abrió una enorme polémica.
“El decreto está escrito. En la Argentina, por un tema de necesidad extrema, YPF lo ha implementado en Rosario, porque las estaciones en la noche se hacen con autodespacho, pero no tendría que ser por un tema de seguridad, es un tema de libertad”, dijo el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, anticipando el cambio en las estaciones.
De este modo, se abrió un debate que cruza temas vinculados a la seguridad y al empleo, entre otras cuestiones. ¿Podrá implementarse en el país?
Experiencias del mundo
Antes de zambullirnos en la polémica local, vale hacer un mapeo por el mundo. Tanto en Estados Unidos como en la mayor parte de Europa, conviven dos sistemas de autoabastecimiento.
En uno, hay que colocar la tarjeta primero en un dispositivo en el surtidor, luego cargar, y se cobrará automáticamente; en otros casos, se paga primero por un monto fijo y luego se carga; una alternativa es ingresar al local y pagarle al empleado para luego manipular el surtidor.
En Europa, también hay casos como el de Estonia, en el cual se paga a través de una aplicación vinculada a la patente, que es detectada automáticamente por un sensor ubicado sobre el surtidor.
Del otro lado del mundo, en Australia y Nueva Zelanda se carga primero y luego se ingresa al local para pagarle a un trabajador del establecimiento. En algunas estaciones, puede abonarse directamente en el surtidor con tarjeta o una aplicación.
Estaciones de servicio: “es una medida auspiciosa”
La experiencia internacional es el telón de fondo de un debate que, en Argentina, tiene actores a favor y en contra. Por un lado, los dueños de estaciones de servicio se mostraron abiertos a implementar la iniciativa libertaria.
El presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA), Hernán Landgrebe, aseguró: “En principio estamos de acuerdo en esta medida. Creemos que es algo que va a agilizar la atención de los usuarios en un mundo como el de hoy, donde la rapidez y la comodidad son esenciales“.
Por su parte, el secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), Pedro Llorvandi, explicó que “más tarde que temprano esto iba a llegar al país. Argentina está yendo donde el mundo ya fue, donde el mundo ya está. El mundo ya está en el autoservicio, todo lo que es Centro y Norteamérica, toda Europa”.
Carlos Gold, secretario de asuntos institucionales de CECHA, también se mostró a favor de la nueva regulación: “La medida es ampliamente auspiciosa, no conocemos el texto del decreto y por ende hay que ser prudente, pero desde ya apoyamos firmemente este tipo de medida”.
De Norte a Sur
De la vereda de enfrente y aunque el método se aplica en distintos puntos del mundo y aún en ciudades argentinas, como Rosario (Santa Fe), diversas voces se alzaron en contra del autoservicio de combustible. ¿Cuáles son los principales argumentos? Se habló, sobre todo, de falta de seguridad y de pérdida de puestos de trabajo.
Así, de Norte a Sur del país, representantes de gremios de empleados de estaciones de servicio levantaron banderas de alerta, asegurando que es peligroso y costoso. Graciela Acosta, secretaria general del sindicato formoseño, aseguró que estaban en “estado de alerta por la medida” y que “la perdida del trabajo es un riesgo. En toda la provincia tenemos alrededor de 700 empleados de estaciones. Si se reduce un 70% u 80% el personal, habría mucha gente desocupada”.
En Buenos Aires, el ministro de Trabajo de la provincia, Walter Correa, recibió a dirigentes gremiales del sindicato de obreros de estaciones de servicio (SOESGYPE) y dijo que la decisión del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, es “hacer respetar la ley 13.623 que prohíbe la operación de surtidores de combustibles por parte del cliente o de personal ajeno a la tarea de expendio”. El funcionario explicó que el posicionamiento busca “proteger el empleo, la salud y la seguridad de las y los trabajadores”.
Por su parte, el titular del Sindicato Petrolero de Córdoba (Sinpecor), Guillermo Borelli, señaló que “se merendaron” con esta noticia sin aviso previo. “No encontramos cuál es el beneficio de esta medida para los usuarios”.
En Patagonia Norte, donde se estima que trabajan cerca de 2000 playeros entre Neuquén y Río Negro, tampoco recibieron bien la novedad. Marcelo Sidorkevich, del sindicato de playeros de la zona, aseguró que “Argentina hoy no está preparada para poder implementar un sistema de ese tipo” y que “es mentira que al personal se lo puede readecuar en sus funciones”.
Por su parte, Carlos Pinto, el vicepresidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles, alertó que las estaciones de servicio deberán adecuar sus surtidores al autoservicio, con lo cual informó que los actuales surtidores no son los que se usan para el nuevo sistema.
Fuente: Más Energía