Históricamente en la Argentina el ritmo de la industria de los hidrocarburos estuvo marcado por la participación de YPF. Es también la empresa que lleva adelante hace una década la traza principal para el desarrollo del no convencional: Cómo se conforma el entramado productivo.
En la Cuenca Neuquina, YPF es el principal productor de petróleo y gas, ya sea como operador o asociado a otras compañías. Pero detrás se consolidó un conjunto de empresas grandes, mayormente nacionales, que dan volumen al desafío energético de la región, una de las mayores reservas globales de hidrocarburos.
Se trata de empresas como Vista, Tecpetrol, Pan American Energy, o Pluspetrol por citar a las que complementan el ranking de los cinco mayores productores de Vaca Muerta, las que tienen sus propias historias de desarrollo en la roca madre, con sus propios modelos de producción y de negocio que enriquecen la propuesta de convertir a la Argentina en un país petrolero netamente exportador.
La importancia de estos actores es tal que no se podrían pensar los grandes proyectos hoy en marcha sin la participación de todos ellos. Es decir, son clave en objetivos como las exportaciones de gas y petróleo a Chile ya en marcha desde el año pasado, la meta de convertirse en proveedor regional de gas, la mega terminal portuaria de exportación de crudo en Río Negro, o el colosal proyecto de la planta de Gas Natural Licuado, también sobre el Golfo San Matías.
Precisamente, este último desarrollo que encabezan YPF y Petronas deberá contar con el aval del resto de las petroleras para ganar espalda productiva y alimentar la demanda de gas natural que significará la producción de GNL. Más aún, cuando comienza a tomar estado público la posibilidad del corrimiento de la compañía malaya ya que el proyecto podría seguir vivo con el respaldo conjunto del resto de las operadoras locales.
La importancia de estos actores es tal que no se podrían pensar los grandes proyectos hoy en marcha sin la participación de todos ellos.
La percepción de que Vaca Muerta se encuentra ante su segunda ola de desarrollo masivo –asociado a nuevos incentivos y otro clima de negocios-, es la que está llevando a las empresas casi en simultáneo a dar forma al incremento de inversiones y producción, así como dar luz verde a nuevos proyectos.
En el caso de Vista, la compañía fundada por el ex YPF Miguel Galuccio, es hoy el segundo productor de shale oil de Argentina y semanas atrás presentó su nuevo plan estratégico en el cual planea para 2026 incrementar su producción diaria en un 25%, en comparación con la meta anunciada en 2021.
De esta manera, la petrolera alcanzará los 100.000 barriles diarios con una proyección de inversiones por unos US$ 2.500 millones durante los próximos tres años para alimentar su actividad en Vaca Muerta, es decir un incremento del 60% en los planes de la compañía.
En los próximos dos años, Vista prevé poner en producción 138 pozos nuevos en la ventana de petróleo, con un incremento de 33% a sus proyecciones actuales, con lo cual se espera que la curva de producción se acelere con una mayor eficiencia operativa y reduciendo en el costo de extracción de US$ 5,5 por barril en 2023 a US$ 4 en 2026.
PAE, con la mira en el GNL de Vaca Muerta
El gigante privado nacional que también pisa el acelerador es Pan American Energy, de la familia Bulgheroni, que además de sus operaciones en el convencional chubutense y las áreas en desarrollo del no convencional decidió poner foco también en el negocio del Gas Natural Licuado (GNL) lo que demandará incrementar la producción en la Cuenca Neuquina.
PAE está en pleno desarrollo de una inversión de US$ 900 millones que este año le permitirá ampliar la capacidad en sus plantas de tratamiento de petróleo y gas de las seis áreas que opera en Vaca Muerta, además de las cuales participa en otras dos como socio.
Pero la noticia fuerte de la petrolera fue la reciente firma de un acuerdo para alquilar durante 20 años un buque licuefactor de la multinacional noruega Golar LNG, lo que le permitirá producir gas licuado para exportación desde un punto a definir del litoral marítimo, a partir de 2027, casi en paralelo de la iniciativa de YPF.
En este caso se prevé la utilización de un barco con una capacidad de producción de 2,4 millones de toneladas anuales de GNL, equivalente a 11,5 millones de metros cúbicos día de gas natural que le permitirá ser parte del acceso del gas a los mercados mundiales a través de esta unidad flotante, para que el país se convierta en un polo exportador.
La otra estrella que forma parte de los cinco grandes productores de la cuenca es la empresa Pluspetrol que también se prepara para mantenerse al tope de la nueva era de desarrollo de Vaca Muerta. Allí, la petrolera proyecta su expansión para su ya productivo bloque insignia -en sociedad con YPF-de La Calera, donde buscará duplicar la producción de gas y petróleo en los próximos dos años.
La conducción de la compañía que tiene presencia en seis países de la región, dio a conocer los planes de expansión muy agresivos como parte de un esquema de inversión de US$ 600 millones y que podrá escalar hasta los US$ 1000 millones, junto con el desarrollo de otros bloques petroleros en los que participa.
Parte de esa inversión está destinada a incrementar la intensidad de producción con la planificación de entre 20 y 25 pozos a perforar por año hasta 2029, y la ampliación de una planta de tratamiento en una primera etapa a 2025 y una segunda para 2026, que le permitirá producir 17 MMm3/d y también duplicar la capacidad de producción de petróleo a 60.000 barriles diarios.
Pero la petrolera también manifestó interés en participar en los dos proyectos de gas natural licuado que se están perfilando en el país, un proceso que está en etapa de definiciones y que resultará clave para el desarrollo masivo de Vaca Muerta.
Un gigante global también en marcha
La empresa angloholandesa Shell, uno de los mayores players de los hidrocarburos, cumplió 110 años en la Argentina y a tono con las nuevas expectativas que se abren en el país, también proyecta dar un salto de inversiones y producción para los próximos meses.
La empresa produce en Vaca Muerta unos 50.000 barriles de petróleo por día y el objetivo es superar los 70.000 barriles de petróleo por día hacia fines de 2025. Actualmente el monto de inversiones alcanza los U$S 600 millones por año, pero podría duplicarse si la industria continua en este contexto de crecimiento y se consolidan algunas condiciones macroeconómicas, en particular la salida del cepo y la continuidad del RIGI.
Pero la petrolera tiene otro gran proyecto entremanos con la aprobación de los estudios de impacto ambiental que le permite comenzar las tareas de exploración en las áreas adjudicadas en el Mar Argentino frente a las costas bonaerenses, a la altura de la ciudad de Mar del Plata.
A pesar de la desilusión que significó el Pozo Argerich, que este año encabezaron la noruega Equinor e YPF y se declaró «seco», Shell avanzará junto a esas compañías en la exploración de las áreas CAN107 y CAN109, para lo cual ya contrató al buque que realizará la prospección sísmica en la ventana autorizada, que se extiende entre octubre y marzo próximos.
El futuro de bloques muy apreciados
A comienzos de este año, la estadounidense ExxonMobil le puso finalmente el cartel de venta a sus operaciones en Vaca Muera como parte de su plan de reorganización global de activos, lo que despertó el interés de varios jugadores locales.
Durante todos estos meses se resaltó en el mercado el interés de empresas como YPF, Vista, Tecpetrol y PAE por hacerse con las codiciadas áreas, en una operación competitiva lanzada por unos u$s 1000 millones, según trascendió originalmente.
Se trata de bloques reconocidos por su potencial productivo como Bajo del Choique – La Invernada, Loma del Molle, Los Toldos II Oeste, Los Toldos I Sur, Pampa de las Yeguas I, Parva Negra Este y Sierra Chata, en los que se encuentra como único titular o en asociación con empresas como YPF, Tecpetrol o Pampa Energía.
Los activos en venta también incluyen la participación accionaria en Oleoductos del Valle (Oldelval) el sistema de transporte de crudo desde la Cuenca Neuquina hacia Puerto Rosales, así como la capacidad de evacuación contratada en esa red que se encuentra en pleno proceso de expansión, con una inversión de US$ 1.20 millones.
Fuente: Dinamicarg