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El Gobierno quiere acotar el rango de subas de los combustibles para priorizar su política anti inflacionaria.

La recesión golpea a la venta de combustibles.


 

Como cada primero de mes, este jueves volverán a aumentar las naftas, pero con la novedad de que sería el ajuste más bajo en lo que va del año. Fuentes oficiales indicaron a este medio que el incremento de combustibles rondaría entre el 2 y el 3%.

Se trata de un número muy por debajo de los últimos incrementos del orden del 4% al 7% de los últimos meses que ya reflejaban un atraso respecto a la evolución de otras variables de costos, impuestos e inflación.

Al igual que con las tarifas de luz y gas, el Gobierno decidió empezar a atrasar el precio de los combustibles para priorizar la desaceleración inflacionaria. Hasta ahora, el aumento mínimo para ejecutar esa política había sido del 4%, teniendo en cuenta que al menos se trasladaba un 2% de impuestos y otro 2% por la devaluación mensual.

En consecuencia, si se cumple la pauta mencionada para agosto, se incumpliría con alguno de los dos componentes. En el caso de no trasladar la devaluación mensual, se forzaría a las petroleras a absorber ese incremento de costos, lo que derivaría en una pérdida de rentabilidad en un contexto de ventas a la baja.

Se derrumba la demanda de naftas

Cómo explicó +e, en junio la demanda de combustible cayó otro 12% interanual y un 3,5% intermensual. Lo peor es que los números fueron más adversos que en el mes de mayo, lo que muestra que todavía no se llegó a un piso.

Por otro lado, si se decide no aplicar el ajuste impositivo, el perjuicio lo sufrirá el propio Estado al recaudar menos de lo previsto. Según la consultora Economía & Energía, en los últimos meses se perdieron más de 200 millones de dólares mensuales por este motivo. Es decir que, si se profundiza el congelamiento impositivo, la pérdida sería todavía mayor.

Los datos de E&E muestran que si se cumple con lo que marca la ley, que ordena una actualización de impuestos atada a la inflación, la nafta debería aumentar 153 pesos por litro y el gasoil 95 pesos por litro en las regiones no exentas. Eso representaría un alza en torno al 15% en la mayoría del país.

Ventas de combustles por tipo y provincia

En el desagregado por producto, los peores resultados se dieron en el segmento de nafta premium (-20,6%), seguido por el gasoil grado 2 de menor calidad (-16,72%), el gasoil grado 3 (-9%) y la nafta súper (-6,27%).

A nivel geográfico, se volvió a verificar una fuerte caída de ventas en las provincias que limitan con países fronterizos como Formosa (-34,1%), Misiones (-26,9%), Corrientes (-23%) y Entre Ríos (-16,6%).

Sin embargo, el dato intermensual está encabezado por estas provincias, lo que demuestra que ya tocaron piso y empezaron un sendero ascendente. Formosa recuperó un 11,10% respecto a mayo, Corrientes un 8,35%, Chaco el 7,70% y Misiones el 7,65%.

En el podio de las jurisdicciones que despacharon más combustible está integrado por los tres provincias más grande del país: Buenos Aires con 432.202,86 metros cúbicos, Córdoba con 145.289,51 metros cúbicos y Santa Fe con 112.290,70 metros cúbicos.

En contraposición, las provincias que menos combustible vendieron fueron La Rioja con 10.801,02 metros cúbicos, Catamarca con 9.772,99 metros cúbicos y Tierra del Fuego con 7.149,00 metros cúbicos.

Empresas

Lógicamente, el escenario contractivo afectó a todas las empresas refinadoras. La más afectada fue Refinor con una pérdida del 29,48 por ciento, seguida por Puma Energy con -18,9 por ciento, Axion con el -16,99%, YPF con el 10,88% y Shell con una baja de 9,72%.

En relación a mayo, la que más cayó fue Puma con el 4,9%, le siguió Shell con un 4,67%, YPF con un 3,2% y Axion con un 2,83%. De esta manera, el market share de junio muestra una foto donde YPF tiene el 53% de participación, Shell el 24%, Axion el 12,2% y Puma el 5,6%.

 

Fuente: Más Energía