Se trata de una de las últimas opciones que quedan del segmento de sedanes medianos. Te contamos por qué es una buena compra a pesar de que no se fabrica más.
Afectado por el avance de otros segmentos como el de los SUV y las pick ups, podríamos decir que el segmento de sedanes medianos ya entró en fase de peligro de extinción. Así como ocurrió con los medianos hatch y también las entrañables rurales, la oferta que hay es cada vez menor.
Y uno de los modelos que ya fue discontinuado pero que todavía sigue a la venta es el Chevrolet Cruze, un vehículo que nos cansamos de recomendar cada vez que tenemos la oportunidad de manejar uno. Por eso y a pesar de que no se fabrica más, para mí sigue siendo una opción recomendable y quizás la más recomendable de la gama Chevrolet, con todo lo que eso implica.
Por qué comprar un Chevrolet Cruze sedán
En esta oportunidad te propongo repasar los principales atributos del Cruze en su versión sedán, aclarando que todavía sigue a la venta el hatch, que es la única propuesta disponible (al menos hasta que sea discontinuado del catálogo definitivamente) de este extinto segmento que supo ser de los más populares del mercado dos décadas atrás.
El Chevrolet Cruze sedán tiene una longitud de 4.665 mm y una distancia entre ejes de 2.700 mm. A nivel habitabilidad no es el mejor del segmento pero tampoco desentona y cumplirá con las expectativas de los que buscan un vehículo para la familia y tienen el ojo en un SUV del segmento B. A eso hay que sumar un baúl de correctos 440 litros.
Otro punto para destacar del Cruze es su equipamiento de serie, ya que la versión más accesible (LT) incluye climatizador, volante multifunción regulable en altura y profundidad, computadora de a bordo, control de velocidad crucero, tapizados de cuero, cámara de retroceso con sensores, sistema multimedia Mylink con pantalla de 7’ compatible con android auto y carplay, OnStar, WiFi, y llantas de 17’’, redondeando en una correcta dotación.
La seguridad está respaldada por la presencia de seis airbags y los controles de tracción y estabilidad que exige la ley, sumado a los faros antiniebla delanteros y el monitoreo de presión de neumáticos.
Bajo el capot el Chevrolet Cruze viene equipado con el conocido 1.4 turbo de cuatro cilindros y 153 CV con 245 Nm de torque, que se combina con una caja automática de seis velocidades. Se trata de un bloque eficiente que entrega buenas prestaciones y también guarda cifras contenidas de consumo.
Teniendo en cuenta todo lo que acabo de mencionar y el precio de lista que sugiere Chevrolet de 24.447.900 pesos para el Cruze, mi consejo para aquellos que estén buscando un próximo 0 kilómetro y analizan la posibilidad de un B SUV es que lo piensen dos veces y analicen las posibilidades dentro de un segmento que no hay que dejar morir.
Es cierto que en los últimos tiempos la oferta cayó de manera considerable y varias marcas se retiraron, pero el hecho de que todavía hay otras que apuestan por este tipo de siluetas (como Toyota, Nissan o Volkswagen) es la prueba de que todavía hay usuarios que valoran todo lo superior que es un sedán mediano frente a un SUV. A modo de referencia, una Tracker base con caja automática cuesta 27.446.900 pesos y frente al Cruze es peor en todos los aspectos posibles. Lo dejo a su criterio.
Fuente: Autotest