Si Mauricio Macri no extiende la medida, el 14 de noviembre se deberían liberar los precios en los surtidores. Si se traslada el 20% de una sola vez, el litro de nafta súper de YPF debería trepar a $55, pero los estacioneros esperan un incremento escalonado. ¿Qué pasa si se deja de tomar el crudo Brent de referencia?
Federico Bernal, director del Observatorio de la Energía OETEC, coincidió con el 20%. “Es probable que el atraso de precios sea ese. En materia impositiva se congeló lo que iban a ser los incrementos y se fue postergando desde principio de este mes, como se hizo con las tarifas”, señaló a Ámbito.
Analistas del mercado estiman que el precio acumula 9% solo por la dilación del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono. Con el crudo estable, el resto del atraso se explica por el incremento de los precios de los biocombustibles y, fundamentalmente, por el tipo de cambio.
El 9 de agosto pasado, fecha a la que se congelaron los precios por 90 días, el dólar mayorista cotizaba $45,19, mientras que este jueves ya subió a $59,20, un 31% más. A ese porcentaje hay que descontar el descongelamiento parcial de 4% del 19 de septiembre autorizado por Hacienda.
Un directivo empresario señaló a este medio que algunas petroleras estiman el atraso en 25%, mientras que para la Secretaría de Energía de Gustavo Lopetegui ronda el 15%. La gran duda es qué pasará el “día 91”, cuando supuestamente caiga el congelamiento.
Para Bornoroni, el incremento será parejo en todo el país. “La diferencia de precios es para todos igual y ya está dada. Si hay un aumento del 4% posterior a la salida del congelamiento, va a ser para todos por igual”, remarcó el titular de Cecha.
Para Bernal, el atraso es producto de las reglas de mercado aplicadas por la gestión de Cambiemos. “Combustibles y petróleo dolarizados para el mercado interno es inviable para la Argentina, que es un país que necesita tener combustibles y energía abundantes, baratos, asequibles, que promuevan el desarrollo y la industrialización para modernizar el aparato productivo nacional”, enfatizó el especialista.
En análisis: el crudo Brent ya no sería la referencia para los precios de combustibles locales
Una opción que se comenzó a analizar es dejar de referenciar los combustibles locales en un crudo internacional, y volver al barril criollo subsidiado.
“Sea el gobierno que sea, el problema no es el barril de Brent. El año pasado, el 80% de los aumento fue por influencia del dólar y la inflación. Lo que hay que ver el tipo de cambio, no el precio internacional del crudo”, recalcó el abogado Boronoroni.
Igualmente, el estacionero cordobés no descartó la posibilidad de referenciarse en un barril criollo, aunque reclamó que los subsidios vayan a los que más lo necesiten. “Lo óptimo sería que los subsidios vayan direccionados y que no sean para todos los combustibles. Hay muchos consumidores que pueden pagarlos y esas personas no tienen por qué tenerlo, cuando hay otros que sí realmente lo necesitan. El que utiliza el combustible para trabajar no compra combustibles Premium y ese sí podría estar subsidiado”, propuso el también presidente de Fecac.
Bernal consideró que la Argentina no puede regirse por las mismas reglas de juego que se rigen Chile y Uruguay, que son países sin petróleo y con más del 50% de los combustibles importados. “Nuestro país ya no importa petróleo, algo de lo que el macrismo se viene vanagloriando, de que somos autosuficientes, aunque refinamos al nivel del año 2000. Tampoco importamos gasoil grado 2, por lo que elaboramos todo lo que se consume. ¿Cómo puede ser que nos rijamos por las mismas reglas que ellos que no tiene petróleo ni combustibles?”, se preguntó.
El director de OETEC pidió “no cargar” a las petroleras con los costos del “desastre económico y cambiario” de la administración de Macri y mucho menos a los usuarios. “El consumo de nafta y gasoil está por debajo del 2015, es un inviable un país así”, insistió.
“Hay que sentar de con todos los jugadores de la cadena de valor, incluyendo a las provincias productoras, refinadoras, estaciones de servicio, productores de biocombustibles, usuarios y consumidores y los trabajadores del sector para llegar a un punto de equilibrio donde todos se beneficien”, afirmó Bernal, que participa de los equipos de asesores en energía de Alberto Fernández.
“Se debe desdolarizar el precio de la energía y pagar lo que cuesta en función de costos e ingresos de los argentinos, en un marco de cuatro años de empobrecimiento energético. Esas serían las nuevas reglas que impondrían desde el Poder Ejecutivo”, dijo a título personal.
Para Bernal, será “clave” apoyarse en las exportaciones de petróleo y en una regulación de las refinerías. “Exportar crudo liviano es muy importante porque de esa manera se pueden fijar precios internacionales para las productoras y compensar con precios domésticos el petróleo que ingresa a nuestras refinerías”, evaluó.
“Hay que ordenar todo el sector y alinearlo a una política de desarrollo con industrialización. Sin combustibles baratos y a costos argentinos, es inviable cualquier política de desarrollo, con inclusión social. La Argentina ya es autosuficiente en materia de petróleo y gas, en gasoil grado 2 y casi de nafta súper, y por lo tanto, no podemos pagar a precios internacionales lo que se elabora acá”, subrayó Bernal.
Fuente: Ambito