A pesar de los movimientos de precios en el mercado, no había interés en hacer negocios, porque es muy grande la diferencia de dinero que se genera y no hay un estímulo para que un productor decida hacer un contrato forward.
“No había interés en hacer negocios”
La realidad del mercado indica que nadie estaba vendiendo forward porque el Gobierno no utiliza la fórmula que oportunamente había aplicado Sergio Massa, es decir el sistema 80/20, donde la mayor proporción de la venta se calculaba con el dólar oficial y el 20 % restante con el CCL.
Tiempo atrás, muchos productores pusieron el grito en el cielo porque a partir de esta brecha existente, denunciaron que se generaba una “transferencia” de recursos desde el sector primario al exportador, porque los primeros debían comercializar al tipo de cambio oficial y los otros podrían hacerlo con el esquema diferenciado.
Según pudo confirmar Ámbito tras dialogar con operadores del mercado, a pesar de los movimientos de precios en el mercado, no había interés en hacer negocios, porque es muy grande la diferencia de dinero que se genera y no hay un estímulo para que un productor decida hacer un contrato forward.
Nadie puede creer que desde el Ministerio de Economía no hayan resuelto esta situación, que pone en punto muerto todo tipo de negociación de contratos a futuro para el cultivo más importante que tiene la Argentina en términos de exportación e ingreso de divisas. Es más, hay quienes aseguran que se hubiera vendido mucha más soja que la que finalmente se comercializó hasta el momento si este sistema se hubiera actualizado. Además el Gobierno hubiera cobrado retenciones porque las mismas se efectivizan en el momento de la declaración de compra por parte de los exportadores.
Hasta ahora, el mayor perjudicado era el productor, pero de alguna manera también quedaban afectados los exportadores y el propio Estado, porque se limitaban las operaciones y recaudaciones vía impuestos. Más claro, imposible: los productores no venden porque el sistema que aplica el Gobierno carece de toda lógica y se pierden entre 40 y 50 dólares por tonelada porque sólo se permite tomar el tipo de cambio oficial.
Ahora, la nueva referencia creada por la entidad bursátil porteña podrá ser utilizada no sólo para la soja sino también para todos los productos con Nomenclatura Común del MERCOSUR (NCM) y se realizará bajo un esquema que contempla el valor oficial del dólar cierre comprador del Banco Nación y la cotización del “contado con liqui” (CCL) del MATba-Rofex.
Lo que queda por definir es si esta fórmula será aplicada por el resto de las entidades bursátiles, como por ejemplo la Bolsa de Comercio de Rosario, donde se concentra una gran cantidad de operaciones de granos. Quizá a partir de ahora con esta fórmula establecida se puedan reformular nuevos esquemas para aumentar el tipo de cambio en caso de ser necesario, por ejemplo con un dólar 70/30 que podría evitar una devaluación generalizada en el futuro y amortiguar ese impacto en la economía.
Fuente: Ambito