Una de las medidas del ministro de Economía tiene que ver con la eliminación del sistema de aprobación de importaciones. Como repercute en la industria
uis Caputo dio a conocer el anuncio oficial con las 10 medidas que se implementarán para terminar con una de las crisis más grandes del país, las cuales ya se habían anticipado, serían muy duras y “sin anestesia”.
Entre las definiciones, una de las medidas más importantes para el sector automotor tiene que ver con la eliminación de las SIRA -Sistema de Importaciones de la República Argentina -, un sistema para aprobar las importaciones que afecta directamente a este sector, el cual hace tiempo viene sufriendo de trabas para ingresar vehículos fabricados en otros mercados por los trámites que deben enfrentar para liberar los autos del puerto.
“Reemplazaremos las SIRA por un sistema estadístico de información de importaciones que no requiere aprobación de licencias. Se termina con la discrecionalidad y se tendrá un régimen transparente. El que quiera importar podrá hacerlo”, aclaró el Ministro.
De esta manera, se da vía libre al ingreso de vehículos, permitiendo que varias marcas retomen su presencia en algunos segmentos que habían dejado de lado por falta de productos. Sin embargo, esta decisión llega en un momento crítico para las empresas, ya que acumulan grandes deudas con las casas matrices y proveedores, por falta de dólares para pagar, por lo cual ese es otro de los temas que deberán resolver antes de aprovechar la eliminación de las SIRA.
Repercusiones de las medidas en el sector automotor
Las trabas para importar fueron una de las medidas que cambió el rumbo de la industria automotriz en los últimos años, la cual tuvo que fortalecer la producción de autos nacionales para reemplazar la falta de productos importados.
Esto llevó a que las marcas incrementen la producción local y, como resultado, también mejoren la exportación, porque ese aumento de la producción solo era rentable vendiendo al mundo. De hecho, más del 70% de lo que fabrican marcas como Ford, Toyota o Fiat, se exportan a otros destinos.
Sin embargo, este sistema en un mercado con falta de acceso al dólar llevó a que las deudas con los proveedores externos se incrementen.
El Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), es un complejo esquema de autorizaciones para traer insumos del exterior. Durante la era de Sergio Massa, ex ministro de Economía, la realidad mostró que acceder al dólar oficial -en tiempo y forma- era prácticamente imposible. Como su antecesor SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones), el objetivo del SIRA era recolectar información de manera anticipada, analizar los volúmenes importados, mantener la trazabilidad y, de tal manera, planificar mejor el uso de las divisas.
Lo cierto es que la situación para la industria y la producción fue -y continúa siendo- dramática, porque la imprevisibilidad domina la escena y la confianza en los empresarios argentinos cede a niveles mínimos en el exterior por la deuda comercial acumulada y la extensión de más de 180 días en los plazos de pago.
Tal como consignó iProfesional, durante el último tramo del anterior gobierno, sólo 4% de las empresas lograba pagar en lo que se conoce como “plazo cero” en las SIRA aprobadas, mientras que el 90% de las empresas sufrieron cambios en las fechas asignadas para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC); es decir, atrasos de al menos un mes.
Fernando Furci, gerente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) alertaba en diálogo con este medio que la deuda con el exterior supera los u$s40.000 millones.
“Lo más urgente es definir cuanto antes el futuro del stock de deuda comercial por importaciones porque es clave para dar un horizonte de previsibilidad al empresario, que está endeudado y necesita tomar decisiones al respecto”, sostuvo, para luego explicar que “los reperfilamientos agregaron unos u$s25.000 millones adicionales a la deuda, que tiene un stock habitual en Argentina (del orden de los US$ 20.000 millones) por las demoras en los pagos”.
Precios en la mira
Por otro lado, se sabe que la devaluación también impactará en los precios de los autos, en los bienes que importen y en los valores totales de la materia prima que usan las empresas para producir. Y la consecuencia terminará en el bolsillo del cliente.
Y una de las medidas de Caputo fue una devaluación del dólar oficial de $400 a $800.
De todos modos, la suba del precio de los autos ya se viene dando todos los meses, y en un año los valores se duplicaron. Aun así, dicen estar por debajo de la inflación y todavía hay margen para que suban más.
Las importaciones y exportaciones en números
En este contexto de nuevas medidas, donde el gobierno no trabará el ingreso de modelo importados, el mercado se encuentra hoy con un crecimiento en importación y ventas al exterior.
De acuerdo con las terminales automotrices, en noviembre se produjeron 56.569 unidades, un 8,9 % más que los registros de octubre, cuando se fabricaron 51.937 unidades y un 6 % más que el volumen de noviembre del año pasado. En el acumulado de enero a noviembre, las terminales produjeron 573.742 vehículos de pasajeros y utilitarios, es decir, registró un incremento de 14,8 % respecto del volumen que se fabricó en el mismo período de 2022.
En lo que respecta al comercio exterior, las terminales exportaron 30.397 unidades en noviembre y registró una suba de 6,4% en comparación con octubre anterior y una baja de 3,1 % frente a noviembre del año pasado.
Entre enero y noviembre, las terminales exportaron 304.084 unidades, un 1,5 % más respecto de las 299.681 unidades que se enviaron a diversos mercados en los once meses del 2022.
Estos números, seguirán aumentando en los próximos meses.
Fuente: Iprofesional