Es para agilizar las medidas relacionadas a las tarifas, para bajar subsidios en el marco del “ancla” fiscal. Luego pasarán al Ministerio de Infraestructura.
En tanto, el mismo DNU establece que el Ministerio de Infraestructura quedará a cargo de la “ejecución de las obras de infraestructura vinculadas a la minería y energía”, en particular en el “diseño y ejecución de proyectos tanto en fuentes de generación como transporte de recursos energéticos y mineros” y además “entender en la aplicación de modelos energéticos sustentables en lo que refiere al hábitat, con el fin de impulsar desde las diferentes regiones las energías renovables”.
Foco en subsidios y tarifas
Sin financiamiento internacional para el corto plazo y en la búsqueda de cortar con la emisión monetaria, el “plan Caputo” buscará tener un ancla fiscal, por lo que el sector energético espera que una de las medidas esté relacionada con el recorte de los subsidios energéticos, que en la práctica implicará una suba en las tarifas de luz y gas.
Como en todo plan de estabilización, el mercado espera un sinceramiento de los precios relativos. Desde diciembre del 2019 a octubre del 2023 las tarifas fueron las que quedaron más atrasadas, solo por delante del rubro de comunicación. Según el economista Amilcar Collante, el ítem vivienda, agua, electricidad y gas se multiplicó por 5,6, inclusive por debajo del dólar oficial (5,9). Mientras que el nivel general de precios se multiplicó por 8,8 en ese mismo período, del otro lado, lo que más trepó fue el dólar blue (se multiplicó por 13,2), mientras que el rubro del IPC que más subió fue prendas de vestir y calzado (se multiplicó por 12,1).
En tanto, si bien los subsidios energéticos acumulan una baja del 19,9% interanual en términos reales en el acumulado a noviembre, producto de la caída de transferencias a Cammesa, existe un fuerte atraso tarifario. En las tarifas eléctricas del AMBA es de 67% para los N1 (ingresos altos), 299% para los N3 (ingresos medios) y 407% para los N2 (ingresos bajos), según se desprende del Observatorio de tarifas y subsidios que elabora el IIEP-UBA-Conicet.
La factura promedio de un hogar de altos ingresos es 2,5 veces superior a la de un hogar de ingresos bajos, con una fuerte disparidad según las distintas provincias del país. El atraso tarifario es, según el trabajo, producto de la aceleración de la dinámica inflacionaria, y el “virtual congelamiento” desde mayo. Además, mientras que un usuario de altos ingresos para el 100% del costo estacional de generación, los de ingresos medios pagan tan solo el 18%, y los de ingresos bajos el 15%.
Fuente: Ambito