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La compañía de origen brasileño se basa en tres herramientas y en una millonaria inversión para mejorar sus procesos ambientales y cumplir con las metas de carbono cero.

Aprincipios de agosto pasado, el gigante petroquímico brasileño Unipar comenzó a vender ácido clorhídrico para satisfacer la demanda argentina de la industria del litio, además de duplicar su producción de soda cáustica sólida.

Lo hizo a partir de una inversión de u$s80 millones que la filial local de la compañía desembolsó como parte de un proceso de modernización tecnológica de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Bahía Blanca con el objetivo de iniciar la venta de ácido clorhídrico (HCI) en el último trimestre del año.

El paso posicionará a la empresa en la industria del litio en el noroeste argentino, sumando este negocio al de la producción de cloro y soda cáustica, y el de PVC, siempre siguiendo los preceptos de su programa local de sustentabilidad que incluye una inversión de hasta u$s300 millones tanto en Argentina como en Brasil hasta el 2030 y que también tiene que ver con financiar proyectos en energías limpias, reducción de consumo de agua potable y crecimiento en sus operaciones.

Unipar también tiene que ver con financiar proyectos en energías limpias, reducción de consumo de agua potable y crecimiento en sus operaciones.

Con la estrategia, Unipar busca actualizar el avance de los proyectos relacionados a sus compromisos y metas sustentables, según detalla en un documento en el cual asegura seguir con las normas de la Global Reporting Initiative (GRI) y utiliza la Matriz de Materialidad como base para definir los temas tratados.
En mayo del 2016, Unipar compró el 70,59% de los activos de Solvay Indupa en la Argentina y Brasil por u$s200 millones.

Al respecto, Guillermo Petracci, director Industrial de Unipar Argentina, explica que la empresa se encuentra “evolucionando paso a paso hacia un crecimiento sostenible, seguro y responsable, con proyectos de energía renovable y ampliación de la producción que reflejan nuestra visión a largo plazo y forman parte de nuestro plan para duplicar tamaño, en línea con nuestra estrategia de confiabilidad y excelencia operacional».

Tres herramientas

El informe resalta además el nivel de impacto social que tiene su plan y que se halla en el trabajo articulado que realiza con la comunidad donde opera “a partir de una escucha atenta que busca contribuir, desde su espacio, con un presente y un futuro mejor”.

De acuerdo a sus ejecutivos, lo hace mediante tres herramientas muy valoradas como son el Consejo Comunitario Consultivo (CCC); el programa Fábrica Abierta y el Programa de Patrocinio de Proyectos Sociales, iniciativa con la cual espera beneficiar, sólo este año, a más de 15.000 personas en Bahía Blanca mediante el apoyo con financiamiento a organizaciones sin fines de lucro, escuelas y otras agrupaciones que trabajan en proyectos que mejoran la calidad de vida de las personas.

La compañía inició este programa en 2020 y, desde entonces, lleva invertidos más de $15 millones con el fin de disminuir la desigualdad y promover el desarrollo de las potencialidades de niños y adultos con la intención de que pueda empoderarse y progresar en el camino en el que elijan realizarse.

La compañía inició este programa en 2020 y, desde entonces, lleva invertidos más de $15 millones con el fin de disminuir la desigualdad y promover el desarrollo de las potencialidades de niños y adultos.

Asimismo, mediante el CCC Unipar dialoga con los principales líderes y formadores de opinión de las comunidades más cercanas a sus fábricas para escuchar sus inquietudes y así definir en conjunto las actividades que llevará adelante para contribuir con su bienestar y desarrollo.

En esta tarea de brindar apoyo, información y confianza, con Fábrica Abierta, más de 3000 personas ya visitaron la planta de Bahía Blanca para conocer el proceso productivo y las medidas de seguridad tomadas para proteger a la operación y el medio ambiente.

Colaborar con el entorno

Otro capítulo del plan de sustentabilidad de Unipar en Argentina se vincula con el entorno natural a partir de reducir los consumos de agua en un 15% y un reaprovechamiento de otro 15%, colaborando así con la disminución del estrés hídrico.

Pensando en esa meta, la compañía realizó los balances hídricos de 2022 de sus tres fábricas productivas, e identificó posibles oportunidades de ahorro del recurso, además de definir planes de acción para lograrlo.

Unipar en Argentina se vincula con el entorno natural a partir de reducir los consumos de agua en un 15%,

En cuanto a la matriz energética, pretende que el 80% de lo que consumen sus fábricas provenga de energías limpias y complementar la generación propia con el restante 20% obtenido mediante contratos a largo plazo con otros proveedores.

Para su operación argentina en Bahía Blanca la compañía continúa analizando alternativas para implementar un suministro de energía eléctrica con menos emisiones.

El documento también destaca que la compañía participó por primera vez en el Índice de Resiliencia Climática del Carbon Disclosure Program (CDP), una de las principales referencias mundiales en cuestiones climáticas.

Además, se encuentra en proceso de transición para, mediante una importante inversión, abandonar el uso de mercurio en sus operaciones antes de diciembre de 2025 y de 2030 para Brasil y Argentina, respectivamente.

Liderazgo regional

Actualmente, Unipar lidera la producción de cloro y soda cáustica de la Argentina y está entre las mayores productoras de PVC de América del Sur.
Es proveedora de sectores como el textil, celulosa y papel, aluminio, juguetes, calzados, alimentos, bebidas, medicamentos, insumos hospitalarios, minería y construcción civil.

Emplea a más de 2800 colaboradores directos e indirectos en sus oficinas y plantas industriales localizadas en Cubatao y Santo André (Brasil) y Bahía Blanca (Argentina). Además, está presente en otras regiones de Brasil como Bahía, Río Grande do Norte y Minas Gerais en proyectos de construcción y operación de parques solares y eólicos, en sociedad con empresas de energía renovable.

Anualmente, más de cuatro millones de toneladas de varios productos químicos salen de sus plantas y su cloro es usado en el tratamiento del agua consumida por millones de personas.

 

Fuente: Economia sustentable