Tras los comicios generales, en el sector reclaman señales para que la transición que se abrió transcurra “lo más ordenada posible” y sin confrontación
uego de los comicios generales de ayer, el clima electoral de cara al ballottage entre el candidato oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa, y el líder de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, genera más incertidumbre en los diferentes sectores de la economía. Entre los empresarios del sector agropecuario, por caso, anotan como tareas para el próximo presidente lograr la estabilidad cambiaria, una baja de la presión fiscal y la liberación de las importaciones de insumos. Consideran clave que en las próximas semanas, hasta las elecciones, no haya tanta especulación en los mercados y que el proceso se pueda atravesar con calma.
José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, fue cauto y sostuvo que hay que esperar las iniciativas que surjan de acá al 19 de noviembre en el ballottage. “Aspiro a que esta transición, hasta que se elija presidente, sea lo más ordenada posible y que el nivel de confrontación sea el mínimo posible, considerando que atrás de todo esto hay una sociedad argentina que sufre las consecuencias de las peleas y las tensiones. Hay que esperar un poco para a ver cómo se reacomodan y cuál es la propuesta en definitiva que vayan a hacer cada uno de los contrincantes”, afirmó.
Martins recordó que no quedan granos por comercializar, por lo que sostuvo que a partir de esto va a haber una gran responsabilidad de parte de los candidatos de ser cuidadosos de no llevar a la economía las disputas políticas, y que estas no terminen generando un impacto negativo. “Habrá que ver qué modelo va a representar cada uno y ver cómo este va a impactar en el agro. A partir de allí hay que ver qué va a ir a buscar cada uno. Hay que esperar este mes y ver cómo se realinean, las fuerzas que incorporan y qué proponen. Lo que queda ahora es que no haya estas corridas financieras que hubo la semana pasada y se llegue lo más razonablemente posible al ballottage”, extendió.
Diego Cifarelli, presidente de la Federación de la Industria Molinera Argentina (FAIM), expresó que ahora es necesario mantener la calma de cara a la segunda vuelta entre Massa y Milei. “Lo más importante es que las fuerzas políticas encuentren un punto de equilibrio donde el próximo mes y los días que nos separan del nuevo presidente se haga con certezas. Hubo sorpresas no por el ballottage, sino por los resultados en sí, pero con muchas expectativas de que podamos atravesar estos días con calma, que es lo que necesitan las empresas para poder afrontar todas estas obligaciones”, dijo.
Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), recordó el contexto que está atravesando el productor agropecuario y el resto de los eslabones primarios por la sequía. “Por como está el país no esperábamos estos resultados. Acatamos lo que sea porque lo define la gente en conjunto; el agro no define una elección. El interior, que en un 70% es agropecuario y de industrias que dependen del agro, tampoco la definen. Las elecciones se definen más bien en las grandes ciudades y la gente ha votado esa mejora provisoria: los beneficios que le ha dado de manera temporal el Gobierno. Jugó el miedo a votar a otros candidatos que esperaban que saquen más votos”, resumió.
Según explicó, el campo estaba más preocupado de que llueva en el interior este fin de semana que ver quién va a ser presidente. “En algunas zonas llovió bien y en otras no tan bien. La preocupación de las lluvias había superado la de las elecciones. Fue una sorpresa para todos el resultado, la gente es muy conformista, a corto plazo. Nosotros vemos un futuro incierto gane quien gane. Si seguimos como estamos vamos a saber lo que seguiremos teniendo: inflación y a nosotros nos perjudica mucho esto y la especulación, que no te venden. Lo que queremos es que esto se normalice. Lo único que puede salvar al país es la agroindustria, el contratista está muy involucrado. Necesitamos estabilidad y esperamos que el próximo gobierno lo pueda lograr”, puntualizó.
Estos resultados, contextualizó Scoppa, atenúan el problema de la disparada del dólar para trabajar en los próximos 30 días hasta el ballottage. “Ya estaba imposible de trabajar. No había insumos. Estos resultados mejoran la situación. En esta última semana era imposible trabajar, porque no había insumos y había facturas abiertas. Cuando estás empezando un ciclo de siembra y cosecha necesitás autopartes… Creo que el productor buscaba definir de una vez por todas el problema del dólar: unificar el tipo de cambio, que se baje la presión tributaria al sector que es por demás alta, y mejore la situación de la importación de insumos”, remarcó.
Fuente: Ambito