La petrolera estatal YPF aplicó una suba de entre 8 y 10 pesos a sus productos a nivel nacional. En ciudades como Rosario el gasoil ya se paga casi $410
No hay tregua para el bolsillo de los automovilistas, incluso en tiempos electorales. A muy poco de cerrados los comicios, con un resultado por demás de positivo para el candidato oficialista y actual ministro de Economía Sergio Massa, los combustibles volvieron a subir a nivel nacional. En ese sentido, la petrolera estatal YPF aplicó un incremento de entre el 3 y 3,5 por ciento en todas las estaciones de servicio que operan bajo su bandera. La decisión de la firma ocurre a muy pocos días de que Raizen, dueña de la marca Shell en el mercado doméstico, y la firma Axion activaran un incremento del 3 y 2,5 por ciento, respectivamente. Atentos a un probable aumento, transportistas y particulares se lanzaron a cargar nafta en la previo a la elección lo cual generó colas en buena parte del interior durante la jornada del domingo.
Según se indicó desde CECHA, la confederación que integra a los empresarios del expendio, el incremento establecido por YPF redundó en una suba de entre 8 y 10 pesos en los surtidores. Lo particular es que la suba ocurre mientras aún rige el congelamiento de precios fijado por el oficialismo, medida que recién vence el 31 de este mes.
Tras este nuevo incremento, el litro de nafta súper pasó a costar 248 pesos en Capital Federal, mientras que la misma unidad pero de combustible premium trepó a 318. Por el lado del gasoil, la versión más “económica” ahora cotiza a 266 pesos, en cambio la opción premium sube hasta alcanzar los 363.
Fuera de los límites de la Ciudad de Buenos Aires, el litro de súper llega a rozar los 300 pesos en Rosario, mientras que la unidad de Infinia se acerca a los 380 en la misma plaza. En esa ciudad santafesina el litro del diésel premium ya se paga casi 410 pesos.
Contexto de menor producción
La suba aplicada por YPF ocurre en momentos en que el mercado de la producción de naftas evidencia una retracción preocupante. La diferencia de costos, combinada con las dificultades para importar determinados productos, pega de lleno en ese ámbito, que llega a esta altura de 2023 con números en rojo en términos de elaboración de, justamente, combustibles.
La elaboración cayó casi 8,5 por ciento, según un trabajo de la consultora Economía & Energía. Y la cantidad de crudo procesado también se derrumbó en las principales cuencas del país. Ambos aspectos alientan los pronósticos de desabastecimiento generalizado que brotan en el ámbito del expendio de naftas.
Con una merma en su producción de 19,2 por ciento, la refinería de YPF en Luján de Cuyo encabeza las estadísticas de pérdida de rendimiento. A esas instalaciones les siguen las plantas de Raizen en Dock Sud, con una baja del 15 por ciento, YPF La Plata, con caída del 8 por ciento, y la refinería de Axion en Campana –baja del 5,4 por ciento–.
En cuanto al crudo procesado, el informe señala que la producción en la cuenca de San Jorge se derrumbó 17,8 por ciento en el último año, seguida por la baja en la cuenca Neuquina –5 por ciento–, mientras que en el resto del país la reducción promedia el 2,6 por ciento. El promedio nacional de caída se ubica en torno al 9,5 por ciento.
En el interior aumentan los faltantes
A la par de la menor producción de combustibles, representantes del expendio y comercializadores de al menos 11 provincias reconocen inconvenientes para cubrir la demanda de naftas y gasoil, y reclaman medidas urgentes para paliar los faltantes.
Las entidades del sector de las estaciones de servicio sostienen que las complicaciones son consecuencia de precios “dispares” y el peso del cepo que complica la disponibilidad de dólares para la importación de diésel. A la par de funcionar con cupos cada vez más acotados, los puntos de expendio señalan graves dificultades para disponer de combustibles premium.
Precisamente desde CECHA señalaron que los cupos afectan a estaciones de servicio distribuidas entre Neuquén, Río Negro, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Salta, Santa Fe, Córdoba, Pampa y parte de la provincia de Buenos Aires. A esos territorios hay que añadir complicaciones similares en San Juan, Mendoza y Jujuy.
Fuente: Iprofesional