El Ministerio de Trabajo avaló un pacto entre la empresa con control estatal y el sindicato de los petroleros para que una parte de los salarios de los trabajadores sea eximido del gravamen de manera retroactiva; cuestionamientos de tributaristas
El Gobierno firmó un acuerdo para que 14.000 trabajadores de YPF no deban pagar el impuesto a las ganancias. El beneficio para la petrolera con control estatal -que no es la única que lo recibirá en un sector caracterizado por salarios altos- será retroactivo a enero, lo que implica que aquellos que queden eximidos del mínimo fijado para ese impuesto podrán embolsar un aumento de bolsillo. El convenio fue avalado por el Ministerio de Trabajo y requiere un dictamen de la Dirección Nacional de Impuestos (DNI), que depende del Ministerio de Economía que conduce Sergio Massa.
Según pudo reconstruir LA NACION, el convenio fue sellado anteayer por Juan Carlos Crespi, secretario general, y Gerardo Canseco, secretario gremial de la Federación Sindicato Unidos Petroleros e Hidrocarburíferos (Federación Supeh), y por el presidente de YPF y Opessa S.A. (la sociedad en la que operan las estaciones), Pablo González; el gerente del departamento de Relaciones Laborales, Marcelo Aldeco; y el gerente de Relaciones Laborales Upstream, Darío Mattei.
Según la información oficial del Ministerio de Trabajo, el acuerdo rige para trabajadores de YPF dentro y fuera de convenio, e implica una reducción de un 21% sobre la remuneración bruta a los efectos del cálculo de la base imponible del impuesto de las ganancias. “Con ese descuento sobre la remuneración bruta, si el salario queda por debajo del mínimo imponible, pasa a no pagar Ganancias. No son todos los empleados de YPF. Es retroactivo a enero de este año”, aclararon en la dependencia que lidera Kelly Olmos, donde afirman que varias firmas del sector petrolero sellaron acuerdos similares. Mencionaron además a los ferroviarios entre los que pudieron acceder a estos beneficios.
“YPF es de las últimas que firmó”, dijeron desde la petrolera. “Es una disposición del Ejecutivo”, se escudaron. “Se utiliza una fórmula especial a los fines del cálculo de la base imponible para el impuesto a las ganancias”, tradujeron luego. En Trabajo aseguraron que se trata de que los aumentos pactados en las paritarias no sean absorbidos por el piso de Ganancias (actualmente, es de $700.875 brutos) fijado desde agosto por el Presidente por decreto, un problema que sufren muchos empleados en la Argentina que ven como los incrementos terminan engrosando las arcas estatales. Ese piso rige para los sueldos de este mes, pese a que el ministro de Economía, dijo ayer que trabajará en modificaciones.
Tributaristas consultados por LA NACION cuestionaron el convenio. Afirmaron que esto abre la puerta a los reclamos de muchos otros sectores, indicaron que la liquidación salarial se volvió un jeroglífico en el país, y sentenciaron que algunos sectores visualizados por el Gobierno tienen “coronita”. Otros advirtieron por problemas legales en el futuro y describieron que comienza a existir “una atomización” en el cobro del impuesto a las ganancias más allá de lo que dice la ley.
El acuerdo avalado por Trabajo primero usa como justificativo la “particular naturaleza” y “las características específicas y especiales del trabajo” de los empleados de YPF, pertenecientes al sector petrolero, ya que son “continuas” e “ininterrumpidas”, explicaron. Con ese argumento, y más allá de los beneficios que ya da la ley 26.176 para el rubro, se calculó -discrecionalmente- un promedio de las horas trabajadas por empleado que no pagará Ganancias, asimilando las horas cumplidas en los sábados y domingos como extraordinarias en los términos previstos en la ley del impuesto (para el upstream se aplica una equiparación porque no se pueden diferenciar). La idea, a fin de cuentas, es que el resultado determinara que para todo el personal dependiente de las empresas, a excepción del personal superior upstream, el 21% del salario normal y habitual -incluyendo las horas extras al 50%-, quede exento del impuesto a las ganancias.
“Considerando la naturaleza y las características especiales del trabajo en las actividades de la industria petrolera, destaca el acuerdo, resulta necesario realizar un procedimiento específico para desagregar el salario total percibido por los trabajadores, en el caso del impuesto a las ganancias”, estimó un comunicado de Trabajo en su web.
“Nos sentimos muy orgullosos de lograr este acuerdo que venimos desarrollando junto con el Ministerio de Economía y el sector del petróleo. Creemos que son pasos que van en el sentido de ampliar el bienestar de las y los trabajadores, en este caso en una de las empresas más significativas para el desarrollo económico de la Argentina”, dijo Olmos.
La opinión de los expertos
“Lo que se ha hecho es parche sobre parche en la ley de Ganancias y se le ha dado cierta discrecionalidad a algunos actores de la vida económica como para decidir qué es lo que paga y qué es lo que no paga ganancias”, dijo el socio de Expansión Business, Diego Fraga. “El problema básico es la inflación, que hace que sueldos que en la realidad son cada vez menores queden alcanzados por el impuesto y ante la imposibilidad o la falta de voluntad de dar una respuesta generalizada, o cuando esas respuestas son insuficientes, aparecen los actores con mayor poder de lobby a los cuales se les permite dar un trato menos gravoso en el impuesto”, afirmó el abogado especialista en impuestos.
“Hay un montón de sectores que quedan afuera de esto, que ni siquiera es un beneficio porque es paliar situaciones que se producen por la inflación, como pasa, por ejemplo, con los siempre postergados autónomos. Esto demuestra que el sistema impositivo no da para más y mucho menos con la inflación alocada que existe”, afirmó el experto, que explicó que esto atomiza la forma de pagar impuesto a las ganancias y desprotege a los trabajadores no sindicalizados.
“El trabajo que pueden llegar a tener los abogados en unos años con este lío de los dictámenes de la DNI es monumental”, dijo un experto en off the record, que contó que hay sindicatos que firmaron que “un 43% del sueldo es diferencial de hora extra”, lo que implica que está exento del pago. Eso fue avalado, contó, desde la DNI por el Ministerio de Economía.
“Se le da coronita al sector”, dijo el tributarista César Litvin. Agregó que se producirá “un efecto derrame”, con sindicatos en situaciones laborales similares que buscarán el mismo trato. Señaló además que el sistema de liquidación de sueldos en la Argentina es “kafkiano”, teniendo en cuenta que la determinación del pago de Ganancias, si bien es anual, ahora depende del momento en que se publican los decretos presidenciales sobre el piso mínimo. A esto se suma, además, la retroactividad propuesta por este tipo de medidas discrecionales avaladas por el Gobierno. “Es un despelote”, cerró.
Fuente: La nacion