Directivos de empresas de energía renovables analizaron los desafíos del sector, junto al subsecretario de Energía Eléctrica, Santiago Yanotti, y bajo la moderación del periodista Julián Guarino.
El tucumano Yanotti también recordó que se lanzó una nueva licitación de proyectos renovables con almacenamiento -por primera vez- por 2.000 megas y ya se adjudicaron 98 iniciativas por 600 megas. “A pesar de la dificultad de las redes y el acceso al financiamiento, trabajamos para que el privado sepa a dónde va, y así logramos incrementar el ritmo de inversión”, explicó. El subsecretario recalcó asimismo que está vigente el plan canje de multas por incumplimientos del RenovAr a cambio de inversión genuina, que prevé no pagar multas a 15 años por desembolsos a tres.
Bernardo Andrews aseguró que si desde el Estado se garantizan las condiciones y mecanismos de competencia y regulatorios, las compañías de generación de energía eólica y solar van a seguir invirtiendo. “Hoy hay un conjunto de proyectos en construcción por más de 1.000 megas, es complejo, pero la vocación está ahí”, especificó. El directivo de Genneia mencionó un círculo virtuoso en este sector: los industriales demandan de energía verde a largo plazo para mejorar la sustentabilidad de sus productos, contratan renovables para producir y con eso se reinvierte en la generación. “Es un convergencia en el interés de los privados. La renovable es competitiva en sí misma, y el Estado en su rol de planificador lo permiten. El paso a seguir es suplementar el esfuerzo y dejar de llorar sobre un problema de trasmisión eléctrica y empezar a construir”, subrayó Andrews.
El empresario recomendó arrancar por proyectos más pequeños y avanzar en la “bancabilidad”, que es el trabajo e interlocución con las entidades de fomento y bancos de desarrollo. “Ellos siempre están comprometidos con el crecimiento de las energías renovables más allá de la situación política. Hay que reconocer el esfuerzo que se ha hecho en estos años. Hay ejemplos claros que de que se puede hacer”, destacó.
Paula Altavilla consideró que el “consenso” es la energía del desarrollo que necesita el país y subrayó que es una política de Estado “valiosa”, que tiene continuidad en el tiempo. “En las renovables es fundamental trabajar la estabilidad de la generación, porque hay hechos climáticos que no son previsibles, y se necesitan centros de almacenamiento que puedan generar la resiliencia de la energía. Y también la digitalización para monitorear la red y el consumo, que es el 50% del proceso de transición y descarbonización”, expresó en su presentación, y remarcó que hoy los edificios producen un 40% de las emisiones de carbono. “El uso de software y procesos de optimización con análisis de datos en la nube permite generar esos ahorros que impactan tanto en costos, como en el medio ambiente, que es lo que buscamos”, dijo Altavilla.
Otros de los temas del panel fue la integración de la energía renovable con otras fuentes. Para Yanotti, el desafío es que la transición energética se va a dar en la redes de distribución eléctrica y planteó que es indispensable adaptarla para el futuro. “Cada vez hay más demanda de potencia, y eso no va a acompañado del consumo de electricidad. Por eso, las inversiones en alta tensión son cada vez más ineficientes, desde el punto de vista económico. Más allá de los grandes consumidores, el gran consumidor de energía es el usuario residencial. Si logramos que ese usuario consuma de manera más eficiente, con conciencia e incentivos económicos, pero también con más tecnología eso permitiría un despacho más organizado de energía”, vaticinó.
Andrews dijo que será clave la toma de conciencia del costo real de la energía por parte de los usuarios y anticipó un gran consumo en el futuro a partir de la electromovilidad. “Tenemos que introducir soluciones que no solo incorporen fierros, sino ciencia, ese es el gran desafío de la Argentina”, manifestó.
La CEO de Schneider dijo que el consumo de energía eléctrica se va a cuadruplicar en el país en los próximos 20 años, por un aumento de la población y el traspaso de muchas actividades que hoy todavía consumen combustibles fósiles. “El mundo hoy todavía se abastece en un 80% de energía fósil. El camino es largo y tenemos que transitarlo rápido. La electrificación inteligente nos va a permitir gestionar mucho más eficiente el consumo y planificar mejor la oferta de energía”, concluyó.
Fuente: Ambito