Un informe detalla que en el país el precio del combustible puede llegar a incluir hasta seis tributos distintos sobre el consumo de combustibles líquidos; hay diferencias entre la Capital Federal y el interior
A la hora de pagar por la nafta que cargó en su vehículo, un argentino abona específicamente por ese combustible poco menos de tres cuartos de lo que figura en la factura, puesto que más de 25% de ese ticket corresponde a conceptos que jamás entraron ni entrarán en el tanque y que no son otra cosa que impuestos indirectos.
No es novedad que en la Argentina la maraña tributaria llega con sus tentáculos a casi todos los rincones de la economía, pero no siempre estos impuestos “invisibles” son palpables por el consumidor cuando saca su billetera para pagar por un bien o un servicio.
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), titulado “El peso de los tributos en los combustibles líquidos”, busca poner luz sobre cuánto realmente se paga por el producto y cuánto por impuestos. “El principal objetivo de esta investigación es identificar y presentar la cantidad de tributos indirectos vigentes, así como la carga tributaria indirecta que recae sobre el precio de los combustibles líquidos. En efecto, del análisis surge que en el consumo de este bien pueden pagarse hasta 6 tributos distintos”, se afirma en el estudio mencionado.
De allí se concluye además que hay diferencias entre lo que se paga por impuestos a los combustibles líquidos en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y en el interior del país (que a los efectos del análisis está representado por la cuidad de Córdoba).
En este sentido, el trabajo en cuestión comprobó que “analizando el peso de cada tributo indirecto sobre el valor final, se observa que, para el caso de la Ciudad de Buenos Aires, del 100% del valor total de un ticket, la carga tributaria indirecta es de 28%, mientras que, para la ciudad de Córdoba, los tributos indirectos representan el 27% del valor final”.
Según explicó Nadin Argañaraz, director del Iaraf, en cuanto a la carga nacional, tanto el IVA como el impuesto al cheque tienen el mismo peso en ambas jurisdicciones. “Pero el peso relativo que tiene el impuesto a los combustibles líquidos [ICL] y el impuesto al dióxido de carbono [IDC] sobre el consumo neto difiere, dado que en CABA se paga un precio menor que en Córdoba por el combustible. En CABA, la carga subnacional es del 3%, mientras que en la Ciudad de Córdoba es del 3% a nivel provincial y 0,7% a nivel municipal”, especificó el economista.
De esta manera, en CABA, el valor neto de la factura asciende a 72,2%, mientras que el restante 27,8% corresponde a tributación indirecta, compuesta por 15,2% de IVA, 9,2% de ICL, 2,2% de Ingresos Brutos, 0,7% de impuesto al cheque y 0,6% de IDC. Para ponerlo en moneda contante y sonante, el informe del Iaraf exhibe un ticket que indica que de los $283,38 de valor final, $204,60 corresponden a valor neto de la factura y $78,78 a tributación indirecta (que a su vez se desgrana en $43 de IVA, $2 de impuesto al cheque, $1,6 de IDC, $26,1 de ICL y $6,1 de Ingresos Brutos).
En el caso de Córdoba que, como se dijo, representa en este análisis al interior del país, el valor neto de la factura es de 73%, mientras que el 27% restante son impuestos indirectos: 15,2% de IVA, 8,1% de ICL, 2,4% de Ingresos Brutos, 0,7% de impuesto al cheque, 0,5% de Tasa de Inspección, Seguridad e Higiene (TISH) y 0,5% de IDC. Otra vez, puesto en pesos, un ticket que tiene un valor final de $322,64 está compuesto por $234,25 de valor neto y $88,39 de tributación indirecta (que a su vez se compone de $49,17 de IVA, $2,34 de impuesto al cheque, $1,57 de IDC, $26,06 de ICL, $7,6 de Ingresos Brutos y $1,6 de TISH).
Distintas cargas
Según el análisis del Iaraf, a partir de la comparación anterior, se observa que en CABA la carga tributaria nacional representa el 92% del total de la carga tributaria y la subnacional, el 8%. En el interior del país, esta carga por nivel de gobierno está dada por el 90% a nivel nacional, 8% a nivel provincial y 2% a nivel municipal. La incidencia del nivel nacional sobre la carga indirecta total está explicada por la incorporación del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto sobre el Dióxido de Carbono (IDC).
Por eso, es sabido que en la Argentina la nafta es más barata en la Capital Federal que en el interior. “Dado el diferencial de precios existente entre los diversos lugares del país, cuando un ciudadano compra un litro de nafta en la Ciudad de Córdoba, con el mismo dinero, un ciudadano de CABA puede comprar 1,14 litros”, comentó Argañaraz.
Fuente: La nacion