Las potencias mundiales despliegan su plan de inversiones en África y Sudamérica. ¿Qué rol juegan Argentina y Brasil en esta nueva era energética?
En medio de una agenda global que apunta al desarrollo sostenible, Europa prevé que para 2030 consumirá alrededor de 30 millones de toneladas de hidrógeno verde, de las cuales 10 millones serán importadas. Esta tendencia se traduce en el impulso de proyectos a gran escala, y se trata de una oportunidad clave para Argentina, Brasil y el resto de la región.
En este contexto, como suele suceder, Estados Unidos tiene en claro que esta nueva materia prima puede provocar un impacto similar al petróleo en el sector energético global. Sin ir más lejos, Doug Wicks, director de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Energía de EE. UU., equiparó a los cazadores de hidrógeno con perforadores tradicionales -que buscan petróleo-. “Véalos como los buscadores de petróleo en este momento”, expresó.
Para Wicks, la cantidad de hidrógeno disponible en todo el mundo alcanza los “150 billones de toneladas métricas” y aclaró que con sólo “1.000 millones de toneladas se alimentaría a Estados Unidos por un año completo”. Si se hace el cálculo, el estimado de hidrógeno a nivel global permitiría satisfacer la demanda estadounidense por más de 1.000 años.
Hidrógeno geológico “ilimitado”: Estados Unidos, Francia y Australia despliegan plan de inversiones
Mientras las grandes petroleras esperan y analizan si sumarse o no a esta “guerra por el hidrógeno”, el estado norteamericano ha lanzado un programa gubernamental para promover el estudio de este gas entre universitarios y empresarios. “Seríamos el primer programa gubernamental, extranjero o nacional, en reconocer esta posibilidad”, mencionó Wicks al respecto. Y aclaró: “Todavía es pronto para el uso del hidrógeno como combustible más allá de su nicho industrial actual; el mercado aún no se ha formado”.
Pese a que el gobierno de Joe Biden fue uno de los primeros en “patear el tablero”, otras naciones se sumaron a esta carrera por incorporar una nueva energía renovable. A empresas como Chevron, BP y Shell, que se aliaron al Servicio Geológico de EE.UU. y la Escuela de Minas de Colorado para estudiar la capacidad del hidrógeno geológico, se sumaron otras compañías como HyTerra y Natural Hydrogen Energy que adelantaron que desarrollarán perforaciones en Nebraska y Kansas.
Sin embargo, Gold Hydrogen hace lo propio en Australia y un grupo de investigadores franceses creen que existe en antiguas minas de carbón en la región de Alsacia-Lorena del país galo. En África, la canadiense Hydroma ya está aprovechando un pozo de hidrógeno descubierto hace años en Mali. En esta línea, Australia viene de aprobar un fondo de 2.000 millones de dólares australianos para apoyar los primeros proyectos del país para promover aplicaciones locales y exportaciones.
Argentina y Brasil: potenciales productores de hidrógeno
Los países gobernados por Alberto Fernández y Lula da Silva son dos potenciales productores estratégicos para los integrantes del G-7. Al igual que China, que se enfoca en la búsqueda del litio latinoamericano, los gigantes de occidente hacen lo propio en la zona más austral de América del Sur.
En este contexto, Argentina y Brasil intentan adaptarse aunque muy lentamente. En el primer caso, el oficialismo viene de presentar un proyecto para incentivar el desarrollo de inversiones de hidrógeno con beneficios fiscales, pero la cercanía con las elecciones genera trabas en los debates del Congreso. Entre otras cosas, la iniciativa promueve la “estabilidad fiscal por 30 años” y el acceso al Mercado Libre de Cambios.
Pese a que la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, junto con el presidente Alberto Fernández y el expuma, Agustín Pichot, anunciaron una inversión de u$s8.400 de la empresa australiana Fortescue en noviembre de 2021, la propuesta se cayó por la demoras legislativas al tratar la ley que regula esta actividad.
Mientras tanto, tras la asunción de Lula da Silva, Brasil cumplió casi dos décadas de una política de estado para la generación de energías renovables, las cuales alcanzan hoy 40GW. Vale aclarar que el gobierno brasileño tiene previsto un envío de hidrógeno hacia alemania, pero advirtieron que se concretaría en unos tres años.
Fuente: Iprofesional