El Gobierno viene administrando los dólares para la industria automotriz a través de distintas limitaciones de los permisos para importar
El Gobierno aplicó una nueva restricción a las automotrices que fabrican autos en Argentina ya que amplió de 45 a 75 la cantidad de días para que las terminales puedan acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) del Banco Central para comprar los dólares necesarios para pagar las importaciones de autopartes.
Esa decisión se enmarca en la sequía de dólares del Banco Central y la necesidad del ministerio de Economía de “priorizar” a quién se le venden dólares a precio oficial de inmediato y a quiénes se les posterga los pedidos para más adelante.
En este contexto, desde hace tres años, el Gobierno viene administrando los dólares para la industria automotriz a través de la limitación de los permisos para importar.
En los últimos meses la liberación de esas autorizaciones -conocidas como SIRA- se tornó más estricta y, paralelamente, se le pidió a las automotrices que financien sus propias importaciones.
El mecanismo que funcionaba hasta el mes pasado establecía que las fábricas debían utilizar sus propias divisas para ingresar vehículos y esperar 120 días para que el Estado le liberara dólares al valor oficial, que es el tipo de cambio que se utiliza para importar y exportar.
Sin embargo, la falta de reservas en el Central hizo que la Secretaría de Comercio modificara las condiciones de pago. La novedad se conoció la semana pasada, cuando el Gobierno autorizó la liberación de permisos para importar. Desde ahora, el plazo es de 195 días. Es decir, las terminales se tienen que financiar por más tiempo.
Menos dólares para las automotrices
Tanto en abril como ahora en mayo, la Secretaría de Comercio emitió autorizaciones del Sistema de Importaciones (SIRA) para pagar la importación de vehículos en los primeros días de diciembre.
Las autorizaciones que salieron a fines de abril establecieron una demora de 210 días. Y las que están saliendo a fines de mayo tienen un plazo de 195 días. De esa forma, quien deberá facilitar a las automotrices los dólares para las importaciones de estos últimos dos meses será el próximo gobierno que asuma el 10 de diciembre.
Aquellos plazos son para los vehículos importados. El caso de las autopartes es diferente, ya que su impacto potencial no sólo es sobre la oferta comercial, sino también sobre la actividad de las fábricas.
Entre las terminales automotrices y sus proveedoras autopartistas se estima hay unos 100.000 operarios directos, sin contar a las empresas que les abastecen insumos, logística y otros servicios.
Hasta el momento, la falta de autopartes no impactó hasta el límite de paralizar por completo la actividad del sector, si bien en 2022 hubo casos aislados.
Fuente: Iprofesional