Los SUV del grupo Stellantis comparten mecánica y componentes, pero no necesariamente son iguales. En qué se destacan estos modelos que, además son rivales
a aparición de las plataformas modulares le permitió a muchas automotrices no sólo desarrollar modelos de diversas dimensiones para ser montados sobre una misma arquitectura, sino también optimizar recursos industriales al unificar componentes y tecnologías entre varios modelos por ejemplo, de autos SUV.
En la actualidad, es cada vez más frecuente ver vehículos de distintas marcas que pertenecen a un mismo grupo automotor y que se diferencian entre sí sólo porque tienen un logotipo diferente en la parrilla.
Podríamos decir que algo de eso hay entre Peugeot 3008 y el Citroën C5 Aircross, pero cada uno con su impronta y respetando el legado de la marca a la que pertenece.
Analizamos aquí los pro y contra de cada uno de estos autos SUV medianos fabricados en Francia, que se comercializan siguiendo estrategias distintas según la marca a la que representan y que, pese a ser “hermanos en las armas”, no dejan de ser rivales.
Auto SUV Peugeot vs Citroën: los matices de un mismo ADN
Lo más disímil entre ambos es, definitivamente, la carta de presentación recientemente actualizada con un “restyling” de media vida. Si bien es cierto que lo estético entra en el terreno de la subjetividad, en algún punto marca el perfil de cada modelo.
Mientras el Peugeot 3008 propone una carrocería con trazos más “afilados” y deportivos, la del Citroën C5 Aircross recurre a líneas redondeadas con ciertos guiños de modernidad, como la incorporación del listón de led que recorre el ancho de la parrilla frontal, tal como ocurre con otro modelo del segmento mediano, como es el Volkswagen Taos.
En cuanto a dimensiones, el de la marca de los dos chevrones se advierte más grande. Mide 4,50 metros de largo, 1,84 m de ancho y 1,68 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,73 metros, mientras que su rival ofrece 4,44 m, 1,84 m, 1,62 m y 2,67 metros, respectivamente.
Tanto el C5 Aircross como el 3008 coinciden con llantas de aleación diamantadas de 18 pulgadas, aunque en el Citroën están calzadas con neumáticos más anchos: 235/55 contra 215/55. Lamentablemente, los dos usan rueda de repuesto temporal.
También es más grande el baúl del Citroën: 580 litros del C5 frente a los 519 litros del 3008. Cabe destacar que ambos disponen de doble piso y ofrecen un cómodo sistema de apertura del portón trasero “sin manos” que se activa pasando el pie por debajo de la zona trasera del vehículo.
Estilo interior y habitabilidad
Del mismo modo que ocurre con la propuesta exterior, puertas adentro las mayores diferencias saltan a primera vista y tienen que ver con la posición de manejo.
En el caso del C5 aparece un volante multifunción de diseño tradicional con el tablero ubicado en la zona habitual, mientras que el 3008 sigue el novedoso concepto i-Cockpit, con un volante de diámetro reducido y el tablero en posición elevada. A nuestro juicio, esto le confiere un estilo más personal y refinado al modelo de la marca del león, en parte también por la combinación de materiales y texturas utilizadas en el panel de a bordo.
En ambos modelos el piloto puede encontrar rápidamente la mejor posición frente al volante, ya que este ofrece doble regulación. Las butacas son amplias y confortables en los dos, pero las del Peugeot tienen un diseño más anatómico, tapizados de símil cuero, y cuentan con ajustes eléctricos y memoria, además de calefacción y función de masajes.
En el Citroën, en cambio, los tapizados combinan cuero ecológico con un material del tipo gamuza y los ajustes son manuales.
Cabe destacar que los dos cuentan con tablero ciento por ciento digital, configurable con varios tipos de serigrafía e información, pero los gráficos del Peugeot son más variados y agradables.
Respecto del sistema multimedia, sendos Sport Utility equipan una pantalla táctil flotante de 10 pulgadas con navegador satelital y cámara de retroceso, compatible con los sistemas operativos Apple CarPlay y Android Auto.
Ambos ofrecen techo panorámico y los elementos obvios para este tipo de unidades, tal el caso de cuatro levantavidrios “un toque”, retrovisores plegables eléctricamente y cargador inductivo para teléfonos celulares.
Una diferencia es que en la consola central, la selectora de cambios del Peugeot es del tipo “joystick”, mientras que la del Citroën es un comando minimalista que pasa inadvertido en este sector.
Si repasamos la habitabilidad trasera, el modelo de Citroën saca una gran ventaja. Esto se debe a que ofrece un poco más de espacio para que los pasajeros acomoden las piernas, pero, además, por su versatilidad. Sucede que en el C5 Aircross las tres plazas traseras individuales son idénticas, se pueden reclinar y desplazar longitudinalmente (unos 15 cm), un dato inequívoco de su concepción más orientada a un uso familiar. Además, los tres respaldos se abaten con facilidad para incrementar la modularidad.
Cabe destacar que en este sector los pasajeros de ambos modelos disponen de salidas de aire acondicionado y puerto USB.
Mécanica y prestaciones de ambos autos SUV
Por cuestiones de posicionamiento, la gama del 3008 es más amplia que la del C5 Aircross. La única coincidencia en este apartado es el conocido motor turbo 1.6 de 165 CV asociado con una caja automática de seis velocidades y tracción simple.
El Peugeot, además, dispone de una variante 2.0 turbodiésel (de 150 CV con caja AT8) y otra híbrida compuesta por un impulsor naftero 1.6 de 197 CV combinado con dos motores eléctricos que, cuando trabajan de manera combinada, entregan un rendimiento total de hasta 300 CV. En este caso, la transmisión es automática pero de 8 marchas (con convertidor de par) y es la única opción de la gama en contar con tracción integral.
Volviendo al 1.6 THP que comparte ambos, hay que decir que se trata de un propulsor muy enérgico que le permite a ambos SUV ofrecer prestaciones similares. La aceleración de 0 a 100 km/h se obtiene cerca de los 9,5 segundos y alcanzan una velocidad máxima en torno a los 195 km/h.
En cuanto al consumo de combustible, el promedio de ambos ronda los 13 km/l motivo por el cual la autonomía también será la misma, ya que en ambos la capacidad del tanque de combustible es de 53 litros. Cabe destacar que la caja tiene posición Sport y ofrece la posibilidad de pasar los cambios también accionando las levas que aparecen detrás del volante.
Ahora bien, las diferencias más marcadas se aprecian en la puesta a punto de cada modelo. Si bien los dos disponen de dirección eléctrica, en el 3008 es más fácil maniobrar gracias a la menor circunferencia del volante.
Pese a no contar con suspensión independiente en el eje trasero y que en ocasiones se advierta algún rebote seco en este sector, la gran ventaja del Citroën con respecto al Peugeot es que en el tren delantero cuenta con amortiguadores progresivos hidráulicos, cualidad que lo convierte en un vehículo más amigable para el uso diario en ciudad. En contrapartida, el 3008 transmite mayor solidez al salir a la ruta, ofreciendo el mejor comportamiento dinámico entre ambos.
Cabe destacar que el sistema de frenos (con cuatro discos y ABS con distribución electrónica de frenado) responde de manera sobresaliente en la pista en los dos modelo de Stellantis: para detenerse por completo desde 100 km/h necesitan de poco más de 43 metros.
Hay que destacar que si bien ninguno cuenta con tracción 4×4, ambos ofrecen el interesante Grip Control. Se trata de un sistema que optimiza la motricidad en condiciones de baja adherencia en función de terrenos específicos, y que a través de un comando tipo “ruedita” ubicado en la consola central, permite escoger entre cinco modos de conducción: nieve, barro, arena, asfalto y ESP off.
El precio decide: ¿qué auto SUV conviene?
Si comparamos la dotación de seguridad entre ambos modelos, encontraremos muchas similitudes, pero hay detalles que marcan la diferencia en este tipo de vehículos.
Los dos disponen de control de tracción y estabilidad, anclajes Isofix y Top Theter, faros full led, seis airbags, ABS con REF y AFU, alerta de cambio involuntario de carril, sensor de ángulo ciego, alerta de choque inminente, freno automático, alerta de cansancio del conductor, sensores de estacionamiento (delanteros y traseros) y de presión de inflado de los neumáticos, además de los de lluvia y crepusculares.
Sin embargo, el 3008 toma alguna ventaja con elementos específicos. Si bien el C5 Aircorss está equipado con sistema de reconocimiento de señales y control de velocidad crucero, el modelo de Peugeot suma retrovisor interno fotocromático, sistema de detección de peatones y control de velocidad crucero es del tipo adaptativo.
Con todo lo repasado anteriormente claro que cada uno apunta a un perfil de usuario diferente, más allá de pertenecer a un mismo segmente y ser conceptualmente idénticos. Además, el Citroën C5 Aircross Feel Pack y el Peugeot 3008 GT Pack THP Tiptronic tienen el mismo precio: 14.712.100 pesos. Más allá de eso, en el análisis fino entre ambos SUV franceses el poder de decisión puede pender de un hilo, ya que cada uno ofrece soluciones distintas.
Pero en “nuestra” balanza pesa más el 3008 no sólo por su refinamiento y personalidad, sino también la puesta a punto general y algunos elementos de confort y seguridad que marcan la diferencia.
Fuente: Iprofesional