Proyectos corporativos y residenciales asoman en la Ciudad de Neuquén y en Añelo al calor del aumento de la actividad del yacimiento.
De a poco pero a paso firme, las desarrolladoras de Buenos Aires se animan a nuevos mercados, con sus particularidades. Y Neuquén y Añelo, por su cercanía con Vaca Muerta, tienen las suyas, indispensables para comprender la demanda del lugar y responder a ella.
Newlink Capital puso en pie en Añelo hace casi 5 años, cuando Damián Lopo, socio de la firma, viajó con su equipo a conocer la zona. “Empezamos a seguir el fenómeno petrolero y vimos que las grandes empresas, que son las que extractoras de materia prima, cuentan con entre 400 y 500 compañías que brindan servicios adicionales. En general, éstas no tienen grandes bases. Muchos incluso se quedaban en casas de familia o se hospedaban en Neuquén Capital, con el costo que eso tiene: viajaban casi 3 horas por día por una ruta que en ese entonces era de doble mano”.
La llegada de la empresa a Añelo fue cautelosa. Primero, compró un edificio terminado “para evitar los riesgos constructivos y porque todavía no conocíamos del todo el mercado”, a través de un modelo novedoso: el crowfunding. “Buscamos inversores desde 1.000 dólares a través de nuestra plataforma Crowdium y les ofrecíamos una renta muy atractiva. De esta manera juntamos poco más de 2 millones de dólares en dos meses. El edificio no sólo estaba alquilado sino que además tenía un seguro de caución que garantizaba a los inversores una renta anual del 12% más la revalorización. Hoy se están cerrando operaciones en un 16 o 18% anual”, sostiene.
Con esta experiencia, la desarrolladora comprendió que el sitio ofrecía enormes posibilidades de crecimiento y que esto se podía lograr a través del crowfunding. De hecho, en unas semanas Crowdium lanzará la invitación a nuevos proyectos en Vaca Muerta para microinversores.
El buen resultado animó a Newlink a ir por más con la compra de un lote en el cruce de las rutas 7 y 17, que une la capital neuquina con la zona industrial. “Había un hotel en construcción que nosotros terminamos con capital propio y el aporte de inversores. Lo llamamos ‘Las Marías’ y ahora está rodeado de un shopping, el casino, supermercado, y todo lo que necesitan los operarios”. El edificio está completamente alquilado y su éxito le permitió a la desarrolladora avanzar con tres proyectos más, dos de ellos en sociedad con Caputo Hermanos y Toribio Achával. El último, Hanna Park, constará de 200 unidades con servicios de hotelería. Además, Lopo cuenta que, en conversaciones con empresas vinculadas a Vaca Muerta, notaron que a la mayoría de los trabajadores les costaba encontrar espacios de socialización. De ahí nació la idea de desarrollar un coliving con unidades de 17 m2 y una variedad de ambientes de uso común.
En una línea similar, Alejandro Gawianski, titular de HIT Group, desarrolladora de espacios corporativos, asegura que la experiencia de realizar oficinas en la Neuquén Capital para unos clientes petroleros lo llevó a mirar la ciudad con buenos ojos. “Remodelamos dos edificios para ofrecer un servicio llave en mano, pero nuestra idea es hacer obras como las que tenemos en Buenos Aires”. Según sus cálculos, la incidencia de la tierra es de entre un 12 y un 15% y la construcción es más cara por el costo de fletes y mano de obra. Esto lleva a que el valor del metro cuadrado equipado esté cerca de los 1.500 dólares, asegura. Por lo pronto, considera que existe en ambas ciudades un gran potencial y buena oferta de tierras.
Fuente: Clarin