El mensaje judicial que dejó la visita al FMI. Promesa de colaboración y reproche. Dos casos para observar: el jury al fiscal Scapolán y el asesinato del “Lauchón”. Por primera vez, Argentina logra repatriar dinero del narco descubierto en guarida fiscal. La Corte tiene en sus manos un expediente para dirimir la explotación del litio que enciende alarmas.
No todas son cuestiones truculentas: La Argentina consiguió su primer decomiso internacional de fondos ligados al narcotráfico. Lo anunció el fiscal general de Resistencia Federico Carniel y fruto de un extenso trabajo vinculado a la causa del abogado Carlos Salvatore, un expediente icónico de la magnitud de una operación de tráfico de drogas y lavado de activos conocido como “Carbón Blanco”. Los fondos estaban en una cuenta radicada en la vidriosa jurisdicción de la Isla de Man. Se recuperaron esos activos en un hecho inédito para el país. Salvatore murió no sin antes ser reconocido como el principal traficante de cocaína del país pero además por haber intentado encargar el asesinato de la jueza Zunilda Niremperger que había investigado su caso. Una escucha en la cárcel develó su plan.
El mundo empresarial se sacudió con el pedido de informes que cursó la Corte Suprema respecto a las empresas que participan de forma exploratoria o de explotación de litio en las provincias de Salta y Jujuy. Lo hizo en el marco de una causa por un amparo ambiental y también comprende al Estado Nacional. Los permisos para explotar litio y borato en la cuenca Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc quedaron en la mira respecto a todos los aspectos ambientales relevados en las autorizaciones. Es la primera vez que la Corte interviene en un amparo ambiental planteado en 2019 y sobre un tema en el que están puestos los ojos económicos de gran parte de los actores por la relevancia y magnitud del negocio minero para la Argentina.
En el cuarto piso del Palacio de Tribunales lo enmarcan en un pedido de informes de rutina. Todavía resta expedirse respecto a su competencia en el expediente que cuenta con el visto bueno de la Procuración General por competencia originaria. El amparo viene acompañado con un pedido de medida cautelar para que no se otorguen más permisos en la cuenca que comprende un ecosistema que abarca se extiende desde el sur de San Antonio de los Cobres, Salta, hasta el Norte de Abra Pampa (Jujuy). En el camino, la situación además suma enfrentamientos con las comunidades originaria de la cuenca y los acuerdos con los que los gobiernos provinciales han arribado, que no incluye a todas. El expediente tramita bajo el número 2637/2019 “Comunidad Aborigen de Santuario de Tres Pozos y otras c/ Jujuy, Provincia de y otros s/ amparo ambiental”. La demanda salpica también al Gobierno nacional por la “presunta conducta omisiva en que incurrió, a través del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda – Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica, que es el encargado de la coordinación e implementación del Plan Nacional del Agua en todo el territorio nacional y quien incumplió los deberes a su cargo de garantizar la efectividad y ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas”, según indica la presentación. A favor del pedido de informes en 30 días firmaron Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti.
El caso va a plantear el primer desafío en el horizonte del “oro blanco” para la Argentina donde pueden intervenir los tribunales y sobre el que se posarán los ojos no solo de los gobernadores de distinto signo político, sino también de las multinacionales que apuntan a desembarcar, y específicamente de Estados Unidos.
Fuente: Ambito