El objetivo es incorporar de manera progresiva combustibles de origen no fósil al gas natural circulante por el sistema de transporte y distribución.
El año pasado, el Gobierno emitió una resolución que establece los objetivos para la regulación del transporte y distribución del gas natural, los cuales serán ejecutados y controlados por el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas).
Para las autoridades, los objetivos perseguidos son los de proteger adecuadamente los derechos de los consumidores; promover la competitividad de los mercados de oferta y demanda de gas natural, y alentar inversiones para asegurar el suministro a largo plazo.
También, los de propender a una mejor operación, confiabilidad, igualdad, libre acceso, no discriminación y uso generalizado de los servicios e instalaciones de transporte y distribución de gas natural; regular las actividades del transporte y distribución de gas natural, asegurando que las tarifas que se apliquen a los servicios sean justas y razonables de acuerdo a lo normado en la presente ley; e incentivar la eficiencia en el transporte, almacenamiento, distribución y uso del gas natural.
A partir de estas premisas, el Enargas comenzó crear mesas técnicas para el intercambio de propuestas en el marco de la implementación de mejoras en diversos aspectos de la Industria del gas natural.
Una de esas mesas se encuentra estudiando las ventajas de la incorporación progresiva de combustibles de origen no fósil al gas natural circulante por el sistema de transporte y distribución.
Es decir, si este tipo de combustible podría, por un lado, optimizar el uso del sistema de transporte en algunos tramos, gracias al aprovechamiento de otros recursos energéticos de carácter renovable cercanos a la demanda, diversificando la oferta energética y fortaleciendo el crecimiento de las economías regionales. Y, por otro lado, estudiar en qué medida puede contribuir con el objetivo de alcanzar el autoabastecimiento energético.
Se trata de analizar la descarbonización aplicada al sistema de transporte y distribución de gas por redes que consiste en disminuir la cantidad de hidrocarburo de origen fósil que circula por él.
Esto puede realizarse mediante la incorporación al sistema de gases combustibles que poseen un menor impacto en el medioambiente. Es por eso que la llamada Mesa de Innovación Tecnológica relativa a “Tecnologías de Descarbonización del Servicio Público de Gas por Redes”, convocó a diversos actores y sectores, tanto públicos como privados, nacionales, regionales y provinciales, para que efectúen propuestas sobre la descarbonización del sistema.
Mejora ambiental
Hace unas semanas, se llevó a cabo el primer encuentro de esta mesa con la presencia del interventor del organismo, Osvaldo Pitrau, y la Gerenta de Innovación Tecnológica, Carina Buccieri
También se realizó un conversatorio entre funcionarios, especialistas y representantes del sector sobre diferentes puntos de interés relacionados a la descarbonización.
Al respecto Pitrau expresó que “estas nuevas tecnologías son, de alguna manera, lo que nos guía para seguir mejorando el servicio público para las usuarias y los usuarios. El servicio público es un derecho humano y como tal debe tener el mayor acceso. En ese sentido, las tecnologías permiten un mayor acceso al servicio público de gas”.
Para el funcionario, la descarbonización, en este caso del servicio, significa no sólo un mejoramiento económico sino también, una mejora en lo ambiental y en la eficiencia misma del servicio.
En línea con acciones del gobierno nacional para llevar adelante la descarbonización de la matriz energética, aprovechando los abundantes recursos energéticos de origen no fósil del país, el Enargas aborda el estudio de la temática dentro del servicio público de transporte y distribución de gas por redes para asegurar el suministro a largo plazo, incentivando el uso racional del gas natural y velando por la adecuada protección del medio ambiente.
En relación a ello, Buccieri manifestó que “de cara al nuevo paradigma que se impone, es preciso que comencemos a resignificar lo que habitualmente se entiende por gas natural que, además de ser el combustible de transición por excelencia, puede ser híbrido y tornarse verde en alguna medida desde la propia definición del marco regulatorio vigente. Y nosotros, como país gasífero, debemos apropiarnos de este concepto para poner en valor nuestro sistema de gas en consonancia con las problemáticas de nuestro siglo”.
Menos gas de origen fósil
Cabe destacar que la descarbonización consiste en el proceso de reducción de emisiones de carbono a la atmósfera. En ese sentido, aplicada al sistema gasífero es un proceso que tiende a disminuir la proporción de gas de origen fósil que circula en las redes de transporte y distribución y provocan efecto invernadero
Esto se lleva a cabo mediante un corte o “blend” del gas natural con biometano o hidrógeno, otros combustibles gaseosos sintetizados a partir de captura de carbono u otros gases combustibles de origen no fósil que poseen un menor impacto en el medio ambiente.
En consecuencia, la progresiva incorporación de combustibles de origen no fósil al gas natural que circula en el sistema, además de disminuir potencialmente las emisiones totales, podría optimizar el uso de las instalaciones existentes de transporte, aprovechando los recursos energéticos de carácter renovable cercanos a la demanda.
De este modo, se diversificaría la oferta energética y se fortalecería el crecimiento de las economías regionales, contribuyendo al autoabastecimiento energético con menor impacto ambiental.
Durante el conversatorio de la MIT “Tecnologías de descarbonización del servicio público de gas por redes”, se escucharon las propuestas de los actores y sectores involucrados en la temática como organismos públicos, instituciones de investigación y académicas especializadas, nacionales e internacionales, proveedores, desarrolladores de equipos y tecnología, organismos de certificación y normalización.
El objetivo fue reunir información valiosa sobre esta temática que sea de utilidad para orientar políticas, en el marco de las competencias de este organismo, que propendan al cuidado del medio ambiente.
Asimismo, el conocimiento de las nuevas tecnologías dará lugar al estudio y evaluación de los aspectos técnicos y eventualmente identificar las necesidades de creación o actualización de la normativa que resulte necesaria para su aplicación.
Fuente: Economia sustantable