Volkswagen, Fiat, Jeep, Chevrolet y Hyundai paran algunos días para reacomodarse tras la baja en los patentamientos del país vecino. ¿Faltarán autos en la Argentina?
La industria automotriz regional atraviesa días difíciles, ya que grandes automotrices radicadas en Brasil anunciaron paradas en sus plantas de producción, donde se fabrican vehículos para numerosos mercados de la región; entre ellos, argentino.
- Volkswagen: parará diez días entre el 27 de marzo y el 5 de abril en la planta de Taubaté, San Pablo, donde trabajan cerca de 2 mil personas para fabricar el Polo Track.
- Hyundai: frenó el 20 de marzo y retomará el 3 de abril en Piracicaba, San Pablo, donde se fabrica -entre otros- la Creta que llega a la Argentina.
- Fiat y Jeep: entre el 22 de marzo y el 5 de abril, frenarán la producción de Compass, Commander, Renegade y Toro en la planta de Goiana, Paraná.
- General Motors: a partir del 27 de marzo y hasta el 13 de abril, concederá días libres para el 80 por ciento de los 4.000 operarios en la planta de São José dos Campos, San Pablo. Desde allí llegan a la Argentina los modelos Chevrolet S10 y Trailblazer.
La excusa de las automotrices fue un aparente problema con los microchips, un elemento clave para la producción de vehículos que escasea por cuestiones logísticas que se arrastran desde el comienzo de la pandemia.
Más allá de la explicación oficial, el freno a la producción tiene una relación directa con la baja en los patentamientos en el país vecino. En el primer bimestre, las ventas estuvieron un 30 por ciento por debajo de las expectativas.
Como vendieron menos autos de lo planeado, las automotrices tienen stock acumulado en Brasil. Y deben frenar para adecuar sus stocks a los volúmenes de venta actuales.
Cuál será el impacto en el mercado argentino
El freno a la producción en Brasil tendrá seguramente un impacto negativo en los concesionarios de la Argentina, aunque no se pueda cuantificar con precisión.
El mercado local ya venía padeciendo las trabas a la importación que impuso el Gobierno de la Nación. En los salones de venta hay una escasez muy importante de vehículos importados (brasileros, entre ellos) porque las marcas no reciben los permisos necesarios para operar.
Las automotrices achican la oferta
Algunas marcas tuvieron que retirar de la oferta vehículos que vienen desde el exterior y otras tantas directamente cancelaron los nuevos lanzamientos.
La última víctima de este contexto fue Renault, que acaba de discontinuar el Captur. Es un SUV que llegaba importado de Brasil y que, por la falta de cupos para traerlo, tuvo que ser retirado de la oferta local.
Por este mismo motivo, la marca del Rombo había dejado de vender en octubre de 2021 el Kwid, por aquel entonces uno de los 0 km más patentados. Era, a su vez, una de las opciones más económicas del mercado argentino.
Peugeot, por su parte, tuvo que bajar de la venta el 208 GT que venía importado de Francia y dejó en stand by el lanzamiento de la Landtrek, una nueva pick up mediana. Esta chata iba a llegar primero en 2022 y luego en 2023, pero otra vez quedó “en veremos”. Algo similar ocurrió con el 2008 eléctrico.
Chevrolet es otra de las grandes marcas perjudicadas por las dificultades para importar. Tal es así que tuvo que dejar la Spin brasilera exclusivamente para planes de ahorro porque no puede entrar las unidades suficientes para comercializarla a través de los canales convencionales.
El moño dorado, además, canceló el lanzamiento de la full-size pick up Silverado para destinar esas divisas a otros modelos de mayor demanda, como los Joy y Onix.
Fiat, en tanto, decidió poner en pausa hasta nuevo aviso el lanzamiento del Fastback. La justificación oficial fue que la demanda del Fastback en Brasil viene siendo muy superior a la calculada originalmente y por eso la filial local no cuenta con unidades disponibles para traer.
Algunas firmas chinas, como Lifan, directamente desaparecieron del mercado.
Fuente: TN