El gobierno congeló los precios por segundo mes consecutivo, apoyado en la estabilidad del mercado internacional y en la caja de Ancap.
Asimismo, a la coyuntura internacional que parece alcanza un punto de estabilización, se le suma el factor interno de la buena caja de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap), que sostiene los precios en Uruguay para que los cambios bruscos no impacten en el bolsillo de los consumidores finales.
Las expectativas para marzo
El hecho de que el gobierno mantuviera sin modificaciones los precios de los combustibles en marzo ya se preveía debido a que los valores del petróleo permanecieron similares a los de enero y tras considerar que Ancap tiene suficientes ingresos para amortizar el congelamiento.
Al no haber realizado ajustes en los precios en febrero, las tarifas quedaron por debajo del Precio de Paridad de Importación (PPI), es decir, lo que debería valer la nafta y el gasoil refinado según los parámetros internacionales. Algo que, se esperaba, en marzo podía verse compensado frente a una eventual baja en el PPI que no fuera acompañada por la baja en los precios locales.
El Ejecutivo ya había mantenido los precios de los combustibles en febrero a pesar de que el informe de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) indicaba que las tarifas deberían aumentar, con excepción del supergás, que aumentó 10 pesos por kilo. En esta ocasión, este combustible también permaneció sin cambios.
Fuente: Ambito