En 2022, se estima que el rojo de la balanza comercial energética fue de unos u$s4.400 millones. Para este año, proyectan que se reduzca a la mitad y en el Gobierno aspiran a lograr un superávit para 2025.
De todas formas, las importaciones fueron aún más abultadas: treparon hasta los u$s12.868 millones, lo que significó un aumento del 120% anual, sobre todo a raíz de la suba de los precios internacionales por la guerra entre Rusia y Ucrania. Por consiguiente, la balanza energética cerró 2022 con un rojo de u$s4.470 millones.
Este año, se espera reducir ese déficit y desde el Gobierno aspiran a transformarlo en superávit para 2025. Así incluso lo expuso el ministro de Economía, Sergio Massa, al presentar las rondas 4 y 5 del Plan Gas.
Mejora en la balanza
Son distintos factores los que hacen prever una mejora en la balanza energética para este año. Así lo explicó a Ámbito Roberto Carnicer, director del Instituto de Energía de la Universidad Austral: “El déficit de la balanza energética para 2023 disminuirá debido a que los precios internacionales de GNL están más bajos, tanto en Europa (el TTF u$s19/MMBTU) como en Japón/Corea (u$s18.53). Recordemos que en Europa y Japón están con consumo invernal, pero un invierno no muy crudo: se estima que febrero podrá haber menores temperaturas. Esto implica que, para nuestro invierno, el precio de GNL se mantendrá en u$s20 /MMBU, frente a los u$s30 en promedio pagados en 2022, o sea un 30% menos que 2022”.
“El precio del crudo, y por lo tanto el gasoil, se mantendrá estable entre u$s70 y u$s80, comparado con los u$s80 y u$s90 del invierno argentino 2022: de manera que el gasoil estará en 10% o 20% menos que 2022”, detalló Carnicer.
La construcción del gasoducto, lógicamente, jugará otro papel fundamental en materia energética. “Los 11 MMm3/d que pueda aportar del gasoducto Néstor Kirchner cuando esté listo para fines de junio, al menos reducirá la importación de gas de 50 MMm3/d de pico a 40, aproximadamente. Si sumamos que hay mayor exportación de gas a Chile, que se mantenga en el invierno y que las exportaciones de crudo continúen creciendo, podríamos concluir que habrá un déficit anual aproximadamente el 50% menor que el del 2022”, resaltó el especialista.
En tanto, algunos analistas privados pronostican un crecimiento del 30% en las exportaciones para este año, mientras que también se prevé una caída similar en los niveles de importación. En ese sentido, proyectan una reducción del 50% en el déficit de la balanza energética. La caída en las importaciones, además, también repercutiría en un menor de nivel de subsidios a las tarifas energéticas.
De todas formas, concluyó Carnicer, hay una serie de factores que pueden atentar contra la concreción de este escenario: “Se debe continuar con el crecimiento de etapas de fractura: en enero cayeron de 1.400 (pico en 2022) a 900 por mes. Preocupa también la importación de insumos químicos para fracking y cementación de pozos para seguir perforando. Y, finalmente la incertidumbre política y el cumplimiento de los compromisos acordados y seguridad legal”.
Fuente: Ambito