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Luego de cerrar 2022 con aumentos muy por debajo del IPC general, el incremento de la hacienda en pie comenzó a trasladarse a los mostradores.

Después de varios meses “planchado”, el precio de la carne parece haber despertado. Así se refleja en distintos relevamientos privados y también así lo expresan representantes del sector. De todas formas, las subas que ya se registraron en algunos cortes vacunos no serían las únicas y se esperan nuevos aumentos para las próximas semanas. Un hecho que, tal como advierten los analistas, le sumará presión a la inflación de febrero.

Durante 2022, de acuerdo a los datos difundidos por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), la carne tuvo un aumento promedio del 42,4%. Muy por debajo del 94,8% que alcanzó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide el INDEC durante los doce meses del año pasado.

Entre algunos de los factores de este “estancamiento” en los precios de la carne, se destaca la sequía, que hizo que a fines del año pasado hubiera una sobreoferta en el mercado ya que los ganaderos enviaron más animales a faena ante la falta de pasturas suficientes para alimentarlos.

En las últimas semanas, debido a un alza en los costos y con una oferta mucho menor, también impactada por la sequía, el precio de la hacienda en el mercado de Cañuelas registró subas de hasta el 30% en algunas categorías. Ese incremento, aseguran, se trasladaría a las góndolas tarde o temprano.

Cuando los aumentos son tan violentos se trasladan de a poco al consumidor porque tanto el matarife como el industrial saben que el carnicero no puede aumentar de un día para otro un 40% del producto, porque es una cachetada al consumidor”, analizó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA).

Impacto en la inflación

En los últimos días, estos aumentos ya comenzaron a verse en carnicerías y supermercados. Así se refleja, por ejemplo, en el índice de precios en supermercados (IPS) que el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortínz (CESO) difunde todos los lunes. “El IPS registró una variación semanal (entre el 23 y 30 de enero) del 0,6% y una mensual (en las últimas cuatro semanas) de un 4,6%”, señaló a Ámbito Aldana Montano, del CESO, quien detalló que en la última semana se reflejó el impacto de la suba de la hacienda en los precios en góndolas: “La variación semanal de carnes nos dio un 3,5%. Entonces, quizá en enero no llegue a impactar esa suba en la inflación general, sino que va a pegar más de lleno en febrero”.

“En principio, tenemos que decir que el precio de la carne venía muy retrasado. Con lo cual, más que aumento puede considerarse un ‘recupero’ del terreno perdido respecto del precio de la carne vacuna”, señaló por su parte Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.

“Generalmente, por cuestiones estacionales, diciembre y enero suelen observarse aumentos en las carnes; sobre todo en diciembre, por las Fiestas. Pero la sequía aumentó la oferta y contuvo los precios de la hacienda. Pero ahora entró en fase de recupero, con aumentos que todavía no se convalidan en forma total en góndola, pero efectivamente en muchos lugares hay aumentos en los precios de la carne vacuna”, detalló Di Pace.

Para febrero, esto puede terminar impactando en la inflación general: de hecho, algo puede repercutir en enero, cuando hubo un aumento parcial de los cortes de carne. Pero definitivamente vamos hacia un escenario con el precio de la carne en alza, recuperando parte del terreno perdido el año pasado”, subrayó el analista.

En ese escenario, el economista Martín Burgos sostuvo que “la suba de la carne va a tener impacto en la inflación de febrero”. “Pero estos aumentos eran esperables: venía muy retrasada con respecto de otros productos, que subieron mucho más”, remarcó.

Fuente: Ambito