El desarrollo sostenible abarca las esferas económica, social y ambiental, pero el transporte es fundamental en la reducción de gases de efecto invernadero
a preocupación por las consecuencias negativas que puede tener el cambio climático para la vida en nuestro planeta hoy parece estar en la agenda de gobiernos pero también de empresas y todo tipo de organizaciones. El compromiso por lograr una disminución en la emisión de gases de efecto invernadero tiene como fechas clave dos años: 2030 y 2050. Y la movilidad es uno de los sectores llamados a protagonizar este gran cambio de paradigma.
Si hablamos de “cambio climático” una de las primeras referencias históricas es el famoso y controvertido Protocolo de Kioto, firmado el 11 de diciembre de 1997 en esa ciudad japonesa. Con el objetivo de lograr una reducción de al menos el 5% de la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) para el período 2008-2012, recién entró en vigor en febrero de 2005. A él le siguieron la Enmienda de Doha y el Acuerdo de París.
En el medio, los distintos intereses de las naciones llevaron a adhesiones y deserciones que no hacen más que revelar las dificultades de un efectivo acuerdo global sobre el tema. Sin embargo, 2030 y 2050 son hoy reconocidos como momentos claves en esta larga lucha por cuidar mejor la tierra que nos cobija.
¿Por qué 2030? Esta primera fecha surge de la Asamblea General de la ONU, que en 2015 anunció los alcances de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este plan de acción plantea 17 objetivos con 169 metas que abarcan las esferas económica, social y ambiental. La erradicación de la pobreza, dice la resolución, es el “mayor desafío del mundo actual”. La importancia del transporte en este marco es que se estima que produce una cuarta ´parte de las emisiones de GEI, por lo que desarrollar sistemas de movilidad “limpios y eficientes” será fundamental.
Pero la realidad es que 2030 queda a la “vuelta de la esquina” y si bien es parte de la agenda de gobiernos y corporaciones, para 2050 lo que se espera es una descarbonización completa del transporte. Ese fue al menos el pedido que surgió de la Segunda Conferencia Mundial de Transporte Sostenible de las Naciones Unidas, celebrada hace poco más de un año.
Para cumplir con el objetivo de llegar a cero emisiones netas para ese año a nivel mundial, se advirtió que es necesario que los principales países fabricantes de vehículos eliminen gradualmente la producción con motores de combustión interna para 2035 y que los países en desarrollo hagan lo mismo para 2040. También se puso el foco en el transporte marítimo: para 2030 deben estar disponibles comercialmente los buques de emisión cero con el fin de lograr emisiones cero para 2050. En cuanto al transporte aéreo, la idea es que para 2050 se reduzcan las emisiones de carbono por pasajero en un 65%.
Desarrollo sostenible 2030-2050: el presente eléctrico
Mientras 2030 y 2050 ya son los faros que la humanidad parece estar divisando para empezar a cambiar de una vez por todas su paradigma de desarrollo, en la Argentina 2022 fue un año sumamente importante en lo que a movilidad sustentable se refiere. Aprovechando que desde hace años Buenos Aires viene apostando a la extensión de su red de ciclovías y a fomentar otras formas menos contaminantes de trasladarnos, una empresa como Newsan ha decidido sumarse a esta tendencia con el lanzamiento de su marca de bicicletas Philco y con la SiamN4, una moto eléctrica que seduce cada vez a un público más amplio.
Con un motor fabricado por YADEA, líder mundial en vehículos eléctricos, el scooter Siam N4 tiene una potencia de 1800w, cuenta con 60 volts y alcanza una velocidad máxima de 45 km/h. La transmisión es automática y tiene 2 modos de conducción. En cuanto a la batería, es de litio y su tiempo de carga es de 6 a 8 horas, con una autonomía de 60 km. Además, es extraíble. La iluminación es FULL LED, con óptica delantera, faro trasero, guiños y luz diurna. La moto cuenta, además, con tablero digital, puerto USB, alarma con control remoto y frenos a disco.
Fuente: Iprofesional