Con el respaldo de los ADRs, riesgo país, y dólares financieros, que definitivamente despertaron de la siesta y pegaron un salto de hasta 4,5% (MEP), el índice líder S&P Merval de BYMA subió un 4,2%, a 234.153,71 puntos.
El panel líder medido en dólar CCL aumentó un 2,2% y cerró en los 681,53 puntos, nuevo máximo desde previo a las PASO de 2019, cuando venía superar los 900 puntos. “Viene siendo muy importante la suba del S&P Merval en dólares, producto del trade electoral y de las expectativas que generan un potencial cambio de régimen en 2023″, dijo a Ámbito Lucas Caldi, Corporate Credit Team Leader de PPI.
Los papeles financieros siguieron como estrellas en el rally alcista, pero este jueves también se sumó YPF, al ritmo de los ADRs argentinos en Wall Street. Así, los incrementos más importantes del día en la Bolsa los anotaron los papeles de Banco Macro (+7,7%); de la petrolera argentina (+7,5%); y del Grupo Financiero Galicia (7,2%).
Por su parte, los activos argentinos en la bolsa de Nueva York terminaron con alzas de hasta el 9,3%, tal fue el caso de Mercado Libre, que fue seguido por Grupo Supervielle (+6,7%); e YPF (+4,9%), cuya acción volvió a superar el nivel simbólico de u$s10. En los últimos seis meses, su precio más que se triplicó, al acumular una suba de 245%.
“YPF había tenido un gran 2022, pero durante enero venía un poco más rezagada que el índice S&P Merval en dólares (12%, vs. 16%) ante una caída en los precios del crudo en el arranque de 2023, algo que se revirtió parcialmente entre el miércoles y este jueves”, señaló Caldi.
Si comparamos el cual precio de YPF con los valores post PASO 2019, la acción de la petrolera argentina se encuentra en niveles similares, entre u$s10 y u$s11. Pero todavía le queda mucho camino por recorrer respecto a los valores pre PASO, cuando estaba en u$s16. “Si vemos esos valores, su alza potencial es significativa, es decir un 60%. Y hay que recordar que entre aquella época y la actualidad, hubo un desarrollo importante de Vaca Muerta, con lo cual si Argentina se normaliza y vuelve a tener acceso al mercado internacional, tenderíamos a pensar que los valores de 2019 podrían ser un piso”, expresó el Corporate Credit Team Leader de PPI.
En los Estados Unidos, se conoció la inflación de diciembre que, en línea con lo esperado, arrojó deflación del -0,1% m/m (+6,5% a/a), mientras que la inflación núcleo fue de +0,3% m/m (+5,7% a/a), fortaleciendo la posibilidad de que la Reserva Federal reduzca aún más su ritmo de alza de tasas. Este dato también dio respaldo a los activos argentinos, en línea con lo evidenciado en las economías emergentes.
La mayor reacción se vio en el mercado de bonos donde la tasa del título a 10 años cayó 11 bp a 3,43%. Luego de un arranque en rojo, el S&P 500 revirtió la tendencia y cerró con un alza del 0,34%.
Bonos y Riesgo país
En el segmento de renta fija, los bonos en dólares cerraron mixtos, con bajas encabezadas por el Global 2038 (-2,7%), y el Global 2030 (-0,8%); y ascensos liderados por el Global 2029 (+3,2%) y el Global 2035 (+2%).
Así, el riesgo país argentino bajó 0,4% a 1.999 puntos básicos. El indicador llegó a 1.991 puntos el miércoles, el menor nivel desde inicio de junio pasado y lejos del tope cercano a los 3.000 puntos alcanzados a finales de julio. Este comportamiento resulta un gran aliciente para los negocios financieros argentinos, dijeron operadores.
Por su parte, los bonos soberanos dollar-linked mostraron buena demanda y subieron un 0,5% en promedio, concentrando siempre el volumen el TV23. También los duales estuvieron pedidos y cerraron con alzas promedio de 0,75%, destacándose el TDL23 que ganó 1%.
En cuanto al segmento CER, luego del dato de inflación las Leceres y los Bonceres cerraron con subas promedio de 0,5%, a excepción del TX28 que cayó un 0,8%.
El Banco Central (BCRA) mantuvo su tasa referencial en 75% anual para acompañar los rendimientos positivos del mercado y tras conocerse el dato de inflación. Esta decisión fue adelantada el miércoles por Reuters.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) hizo fuertes recortes a sus estimaciones de cosecha para la soja y el maíz 2022/23, ahora de 37 millones y de cerca de 45 millones de toneladas respectivamente, debido al impacto de la peor sequía en 60 años en afectar al exportador clave de alimentos.
Esta realidad tendrá un fuerte impacto económico, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con una retracción equivalente al 1,8% del PIB en 2023, que llevaría al país a perder hasta 11.628 millones de dólares en exportaciones de granos.
Fuente: Ambito