Consejos para encontrar la posición de manejo adecuada.
Agarrar correctamente el volante es fundamental para una conducción segura. Sin embargo, no todos los conductores lo hacen bien. Para conseguir una posición ideal, la clave es conocer la famosa “ley de las diez y diez”.
¿Por qué se llama “ley de las diez y diez”? Porque, si simulamos que el volante es un reloj, la mano izquierda tiene que estar a la altura del número 10 y la derecha, a la altura del número 2. Los especialistas en seguridad vial aseguran que esa es la mejor posición para maniobrar el vehículo.
Al volante nunca hay que sujetarlo con demasiada fuerza. Eso produce agarrotamiento muscular y un aumento de la fatiga. Los brazos deben ir relajados: si la posición es la correcta, deberíamos poder estirar nuestro brazo y posar la muñeca por sobre el aro del volante sin esforzarnos.
Cómo encontrar la posición de manejo ideal
Hay algunos aspectos que tenés que tener en cuenta para encontrar la posición de manejo más adecuada.
- La distancia entre el asiento y los pedales. Las piernas nos deben quedar algo flexionadas aunque estemos pisando el freno o el embrgue a fondo. Tiene una explicación: en general, los conductores accionan al máximo el freno cuando están por chocar de frente. Si la distancia entre el asiento y los pedales es excesiva, quien maneja se encontrará con las piernas estiradas y rígidas en el momento del impacto. Esto podría ocasionar una fractura de cadera.
- La inclinación del asiento. La butaca tiene que estar inclinada hacia atrás entre 15 y 25 grados, de modo que el muslo y la cadera formen un arco de 110 a 120 grados.
- La altura del asiento. Se recomienda colocarlo de manera tal que los cuádriceps y las rodillas no toquen la parte baja del volante, algo muy peligroso en choques frontales. Ojo: no todos los autos ofrecen la posibilidad de regularla.
- La posición del apoyacabezas. Su zona central debe colocarse a la altura de las orejas. De esta manera se evita el “latigazo cervical” ante un impacto trasero.
- La posición del cinturón de seguridad. Tiene que estar ajustado sobre la clavícula (entre medio del cuello y el hombro) y el pecho, sin oprimir, tensándolo en la pelvis para no colarnos por debajo de él en caso de accidente frontal. Una buena colocación también evita ahorcamiento y fractura de clavícula.
- La altura y distancia del volante. Siempre que se pueda regular (no todos los autos ofrecen esta posibilidad), habrá que asegurarse que, con la espalda bien apoyada sobre la butaca, podamos agarrarlo en posición “10 y 10″.
- La regulación de los espejos retrovisores. Es lo último que hay que hacer, una vez que ya encontramos la posición del volante, la butaca y nos pusimos el cinturón de seguridad. En los espejos exteriores, se recomienda que el conductor alcance a ver el contorno de su propio auto y lo ubique lo más abierto posible para no regalarle metros al punto ciego. Y el central tiene que, como ideal, cubrir toda la luneta trasera.
Fuente: TN