Las cámaras empresarias del transporte de pasajeros de larga distancia denunciaron incrementos de 25% en el valor del combustible. Sostuvieron que la situación se les torna imposible y pidieron al Gobierno dejar sin efecto la medida.
Las Cámaras Empresarias de Ómnibus de Larga Distancia salieron hoy en conjunto a alertar sobre la crítica situación que atraviesa el sector por la liberación del valor de los combustibles para el segmento mayorista que rige desde principios de mes.
Los empresarios del transporte de larga distancia de pasajeros indicaron que en las últimas 48 horas las firmas de ómnibus de todo el país comenzaron a recibir facturas “con incrementos de hasta 25% en el precio del gasoil a granel”.
“En consecuencia, y fuera de toda la lógica, el valor de este insumo al por mayor supera hoy al del surtidor minorista”, afirmaron en un comunicado difundido esta tarde, luego de enviar sendas cartas al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y al secretario de Energía, Gustavo Lopetegui.
Los empresarios cuestionaron que el segmento mayorista haya quedado excluido del congelamiento tarifario dispuesto en un primer momento “a pesar de la profunda crisis estructural en la que se encuentra inmerso desde hace varios años el servicio público de larga distancia, acrecentado en los últimos tiempos por la situación macroeconómica y la caída del consumo”.
Tras destacar que más allá de las vacaciones o los fines de semana largo, la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA); la Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi); la Cámara Argentina del Transporte de Pasajeros (CATAP) y la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP) enfatizaron que “el servicio público de larga distancia es utilizado, principalmente, con fines laborales, de salud o familiares”
“Resulta impostergable encontrar una salida a esta situación, reviendo la decisión para el caso del transporte público, a fin de evitar que el incremento desmedido de costos afecte aún más a la ya golpeadas pymes del transporte.
Y remarcaron que sin revisión de la medida puede producirse “una mayor reducción de servicios y personal o, aún peor, deba ser trasladado al precio final del boleto que pagan nuestros usuarios quienes paradójicamente son los más afectados por esta crisis.