Cálculos preliminares del Ministerio de Economía a los que tuvo acceso Ámbito arrojan que por el dólar soja se obtendría una recaudación adicional superior a los $170 mil millones. De esta cifra la mitad se destinará a ayuda alimentaria -la mayor parte- y al desarrollo de economías regionales.
Se calcula que el monto incremental que surge de haber superado la liquidación de los 5.000 millones de dólares, en principio, sería de unos 70/75 millones de pesos. Tal como establece el decreto de necesidad y urgencia que definió el régimen, el Ministerio de Economía definirá qué porcentaje de este monto se destinará para la ayuda social. En principio, en los pasillos del Palacio de Hacienda estiman destinar la mayor parte de estos recursos para los más vulnerables.
Aún resta conocer qué tipo de ayuda será, pero fuentes oficiales aseguran que, “será un instrumento nuevo”, descartando de esta manera que se vaya a implementar un nuevo ingreso familiar de emergencia (IFE) o mediante un bono para los beneficiarios de asignación universal por hijo (AUH).
El decreto establece que será “una prestación monetaria extraordinaria no contributiva y de alcance nacional que asegure una adecuada alimentación para las personas en situación de extrema vulnerabilidad”.
El Gobierno está analizando los criterios que se tendrán en cuenta para que la ayuda monetaria realmente llegue a las “personas que sufren extrema vulnerabilidad”.
Seguramente, una vez determinado el instrumento y los beneficiarios, será el ANSES el que se ocupe de los temas operativos.
No está definido todavía si se tratará de uno o dos pagos, pero las autoridades señalan que trabajan “para que la ayuda llegue lo más rápido posible” en estos meses.
En tanto, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo viene analizando con las diversas entidades el programa para estimular la producción y el desarrollo de pequeños y medianos productores y de economías regionales.
Fuente: Ambito