La OPEP también planteo la posibilidad de reducir el suministro ante la caída de los precios.
“El petróleo está actualmente bajo la influencia de las fuerzas financieras”, dijo Tamas Varga, del corredor petrolero PVM en diálogo con Reuters. “Mientras tanto, los repuntes de alivio, como el de esta mañana provocado por el huracán Ian en el golfo de Estados Unidos, se consideran fenómenos temporales”.
La expectativa de los recortes de la oferta por decisión de la OPEP y el huracán empujaron la suba del petróleo, que cambió la tendencia que mostraba por el fortalecimiento del dólar, que había tocado su máximo en 20 años.
El crudo se disparó a principios de 2022 y alcanzó sus máximos históricos luego de la invasión rusa a Ucrania. Esto impactó también en el suministro de gas a Europa que encareció el costo de vida de los ciudadanos, por lo que los gobiernos impulsaron medidas para controlar el precio internacional. Entre ellas, el G7 impulsó fijar un tope máximo de precios al petróleo ruso que sea transportado a través de empresas de occidente. Esto generó que Rusia amenazara con el corte del suministro.
Por otro lado, un factor que jugó en contra de la suba de precios del petróleo, fue el temor a la recesión por el enfriamiento de la actividad económica, sobre todo luego de las subas de tasas impulsadas para contener la inflación.
Ante la proximidad del huracán Ian al golfo de México, empresas como BP y Chevron anunciaron que cerraban la producción de sus plataformas marinas. Por otra parte, la caída de los precios alertó a la OPEP que adelantó que podría fijar un precio para su canasta de crudos en torno a los u$s100 y que podría revisar su provisión de crudo al mercado.
Fuente: Ambito