En la comparación interanual, en agosto los envíos aumentaron 3,1% en cantidad y representaron 6,6 millones de toneladas. Los referentes de CAME se reunieron con Bahillo.
En cuanto a las actividades que más crecieron en dólares se destaca en primer lugar el complejo de ovoproductos, sector que exportó u$s12,5 millones, mostrando un incremento de 88% en los últimos 12 meses. El dato clave es que fue la actividad que mayor crecimiento tuvo. En segundo lugar se destaca el complejo algodonero con un crecimiento del 59,8% logrando exportaciones por u$s225,9 millones. A este le sigue el complejo girasolero con un crecimiento del 44,1%, que exportó u$s34,5 millones. Finalmente, el complejo maicero exportó u$s202,5 millones en los últimos 12 meses, representando un 38,9% más que el período anterior.
Los datos que mira CAME y el Gobierno hacia adelante es que en los últimos 12 meses, de los 31 complejos productivos analizados, 20 mostraron crecimiento y 11 mostraron caídas (en dólares). Justamente la agenda de trabajo en lo que queda del año y con una visión a largo plazo de la secretaria de Agricultura será apuntalar a aquellos sectores de las economías regionales que no crecieron en envío o ingresos o que directamente trabajan con márgenes negativos. Es que el conflicto Rusia– crania cambio el mapa del comercio mundial y eso también influye en las economías regionales en forma directa.
El propio secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, adelantó que se está estudiando cada uno de las economías regionales para identificar fortalezas y debilidades, para a partir de ahí comenzar a trazar un hoja de ruta con medidas concretas para el sector.
En este marco la semana pasada Bahillo recibió a los líderes de Economías Regionales de CAME y luego del encuentro quedaron varios puntos a ser analizados por el funcionario. “Al abordar el estado de situación de los diferentes complejos productivos, se subrayaron problemas como la falta de mano de obra para tareas estacionales, la cual continúa pese a la compatibilidad de los planes sociales con el trabajo rural registrado; la importación de productos como yerba mate, aunque exista stock suficiente para abastecer al mercado interno; el faltante de insumos y los aumentos diarios de precios en dólares, al no contar con un tipo de cambio único; y la preocupación por el proyecto de Ley de Humedales, que supone prácticas que no se han consensuado previamente con todos los actores productivos. Para resolver estos inconvenientes, los productores propusieron incorporar dentro de la compatibilidad a los beneficiarios de la Prestación Alimentar -considerándose la cercanía de la cosecha de muchos productos regionales-; implementar un sistema de Licencias No Automáticas para todas las economías regionales, lográndose el compromiso de los funcionarios de la cartera de Agricultura para la agilización de las SIMI; ordenar la macroeconomía y contemplar un tipo de cambio único; y participar del debate de la Ley de Humedales, ya que las producciones regionales pueden desarrollarse de forma amigable con el ambiente y la sociedad”, detallaron desde la entidad.
Fuente: Ambito