Informe especial de TN Autos.
Desde que llegaron al mercado internacional, los autos eléctricos han sido objeto de críticas y análisis. Y como se pusieron en el foco de la discusión sobre el futuro de la movilidad, nacieron una serie de mitos alrededor de ellos que TN Autos quiere desmentir.
Los autos eléctricos son diferentes
Un auto eléctrico puede ser exactamente igual a uno con motor a combustión, pese a que tiene una construcción distinta. Esto se debe a que los autos eléctricos tienen baterías, y las mismas se distribuyen debajo del piso del habitáculo para que no ocupen lugar en otras zonas.
Los autos eléctricos no están hechos para viajar
Depende de la capacidad de nuestro auto; es decir, de su autonomía. Pero depende sobre todo de la red de cargadores que exista en el camino que queremos tomar. Si bien nosotros podemos cargarlo en casa, si agotamos la batería durante el viaje dependeremos de los cargadores que haya en la ruta. En la Argentina, por ejemplo, hay muy pocos. Por eso se hace muy difícil viajar en este tipo de vehículos, pero eso no significa que, cuando la infraestructura acompaña, no estén hechos para viajar.
Los autos eléctricos “no caminan”
Mal que les pese a los petrolheads, el rendimiento de los motores eléctricos es impresionante. Ya hay vehículos con alrededor de 1000 caballos de potencia y capacidades de aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos, cifras que cualquier súper deportivo a combustión envidiaría.
A los autos eléctricos se les podrán reclamar ciertas cosas, como la poca autonomía en la mayoría de los casos y la ausencia del ruido a motor a combustión, un requisito que para muchos conductores sigue siendo excluyente, pero jamás su capacidad de aceleración.
El empuje no bien se roza el pedal del acelerador es una de las características que más llaman la atención de los conductores que por primera vez se ponen al volante de un auto eléctrico. Quién nos hizo creer alguna vez lo contrario no se sabe, pero de ningún modo es así.
Los motores eléctricos entregan su torque máximo en una décima de segundo, mientras que los nafteros lo entregan entre las 1.500 y 6.000 revoluciones por minuto, en promedio, según el impulsor y su tecnología.
El torque, en términos técnicos, es la medida de fuerza que hace que se produzca un giro sobre el cuerpo que la recibe, la cual se mide en newtons/metro. En un vehículo, determina el movimiento de rotación del eje que le proporciona al motor la energía necesaria para realizar la fuerza. Es, básicamente, la fuerza de empuje, mientras que la potencia es el tiempo que tarda el motor en ejercerla.
Como la fuerza máxima de empuje de un motor eléctrico está disponible en todo su rango de utilización, este tipo de vehículos ofrecen una conducción ágil y divertida, con respuestas contundentes a las órdenes del conductor, cualquiera sea la velocidad a la que se circule.
Desde ya, cuánto empuje ofrezca un auto eléctrico dependerá de cada caso en particular. No todos los motores eléctricos son iguales en términos de fuerza, de igual modo que ocurre con los nafteros: un 1.0 de tres cilindros y 60 caballos no acelera tanto como un V8 biturbo de 600 burros, pero en modelos similares suelen destacarse: un Volkswagen Up con motor naftero aspirado acelera de 0 a 100 km/h en 13,2 segundos y con motor eléctrico lo hace en 11,9 segundos, por ejemplo.
Fuente: TN