El sindicato petrolero se declaró en “estado de alerta y movilización permanente” y facultó a la Comisión Directiva a “tomar todas las medidas gremiales necesarias”.
El líder del Sindicato de los Petroleros, Guillermo Pereyra, amenazó con parar Vaca Muerta por las mil suspensiones que causó el congelamiento de combustibles y la imposición del barril criollo por parte del Gobierno.
“Más de mil suspensiones, riesgo de despidos y bajas de equipos en la última semana son el resultado de todos los acuerdos incumplidos por parte de quienes deben garantizar las condiciones para que crezca el país”, difundió la entidad gremial.
“Ante esto, el cuerpo de delegados de la organización, facultó a la Comisión Directiva del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa a tomar todas las medidas gremiales que sean necesarias y se declara en estado de alerta y movilización permanente para reclamar el freno de las políticas erráticas con la urgencia de reencauzar el crecimiento de la cuenca y del país”, agregó el comunicado.
Como explicó LPO, las medidas del gobierno profundizaron la combatividad del sindicalista que hasta hace pocos meses se mantenía muy cercano a las filas oficiales, al igual que el gobernador Omar Gutiérrez.
Luego de los decepcionantes resultados de Macri en Neuquén, Pereyra incrementó notablemente sus críticas hacia la Rosada y hasta anunció que de cara a octubre trabajará para la candidatura de Alberto Fernández.
De todos modos, el gremialista conserva una relación muy cercana con las empresas del sector a las que no responsabiliza por las suspensiones realizadas. “Las empresas de servicios se ven obligadas a bajar equipos y suspender personal. En esta condición se encuentran San Antonio, Schlumberger, Baker o Calfrac por mencionar algunas de las más importantes que se encuentran en un escenario imprevisto y sin salida”, justificó.
“La fijación del precio del barril de crudo, las retenciones a las exportaciones de crudo y el congelamiento del mercado de combustibles dieron un martillazo a la única actividad -junto al agro- que generó ingresos reales para el país”, prosiguió.
“Ante esta situación de cambio permanente de reglas de juego y destrucción de garantías jurídicas, las operadoras como YPF, Vista o Tecpetrol no consiguen financiamiento para proyectos de desarrollo y sus cotizaciones caen en picada”, dijo, en ese sentido.
Es por eso que las declaraciones de Alberto contra las multinacionales petroleras no fueron bien recibidas en las filas del MPN, que luego se tranquilizaron con las palabras de Cristina Kirchner aclarando la situación.
En un claro guiño al sector, se jactó en su acto en Misiones del último sábado de haber sido quien hizo “el contrato con Chevron que terminaron judicializando”. “Le quieren hacer creer afuera del país u acá adentro que nosotros estamos en contra de las multinacionales. Ese recurso que la Argentina lo tiene, lo que sea para desarrollar nuestra industria y trabajo, sea con precios nacionales. Después el resto obviamente vaya al mundo con precios internacionales”, sostuvo.
Fuente: LaPoliticaOnline