Suba de retenciones a la carne y los cereales, empresa testigo y mayor control de las exportaciones, entre los temores del agro. Algunos evalúan incluso “cortar diálogo” con el Gobierno si se avanza en posturas más duras para con el sector.
Por lo pronto, a pesar de las movidas judiciales de la oposición y la Sociedad Rural Argentina, el nuevo ministro de Economía podría echar mano a una suba de retenciones de los cereales –maíz y trigo- desde el actual 12% al 14% y de la carne vacuna desde el 9% hasta el 15% sin pasar por el Congreso. Algo a lo que se opondría el actual ministro de Agricultura, Julián Domínguez, pero que en la práctica no está bajo su potestad.
También por estas horas se baraja la posibilidad de reformular el esquema ministerial y que algunas áreas serían absorbidas por el ministerio de Producción. En ese armado, por lo bajo, se alimenta la posibilidad de que el ministerio de Agricultura se convierta en Secretaría bajo el comando de Daniel Scioli como armador y como el hombre clave para la toma de decisiones en conjunto con el flamante ministro de Economía.
Lo cierto es que si el Gobierno avanza con la suba de retenciones, algo que el “kirchnersimo duro” viene incentivando, el diálogo campo–Gobierno se terminaría de cortar en absoluto y por estas horas los dirigentes del agro prometen avanzar con más medidas de fuerza. En rigor de la verdad, en la práctica, desde que asumió Alberto Fernández la Mesa de Enlace se manifestó en contra de su política agropecuaria y concretó incluso tres paros totales que incluyeron cese de comercialización de granos y carne. El cuarto llegará la próxima semana, más precisamente el próximo 13 de julio, y se anunció antes de que se conociera la renuncia de Guzmán a su cargo. Es decir, en poco más de dos años y medio el actual Gobierno tuvo más protestas del campo que Macri en cuatro años, quien, a pesar de que subió las retenciones en el medio, cerró su gestión sin tener que afrontar ninguna medida de fuerza del agro.
¿Empresa testigo?
Otra cuestión clave que un ala del Gobierno viene reclamando desde hace tiempo es la de la creación o puesta en marcha de una “empresa testigo” en el comercio de granos. Es decir, que el Gobierno intervenga directamente como un actor en la compra, procesamiento y exportación de granos y subproductos. Aquí también el saliente ministro de Economía prefería no intervenir y de ahora en más esta propuesta podría ponerse nuevamente en estudio.
Una posibilidad es potenciar el rol que juega YPF en el canje de granos por insumos y crecer como agroexportadora y hasta procesadora de granos. La segunda y complementaria opción sería también poner un pie en Vicentin –vía salvataje o cramdown-, algo que hoy está en manos de la Corte Suprema de Santa Fe y el Gobierno espera una resolución en el corto plazo.
En definitiva, arduo será el trabajo que tendrá por delante el nuevo ministro de Economía y en este marco el campo espera los próximos movimientos con más incertidumbre que certezas.
Fuente: Ambito