De reducirse la producción también se afectaría el saldo exportable de la la Argentina. Mientras tanto, avanza a buen ritmo la campaña de maíz y se proyectan 49 millones de toneladas.
Las proyecciones indican que la actual campaña de trigo y cebada podrían aportar a la economía local poco más de u$s6.000 millones, un monto clave que llegaría justamente en el próximo verano cuando el Gobierno necesitará dólares frescos para hacerle frente a diversos compromisos y cuando se espera que la cosecha de soja esté prácticamente liquidada.
De reducirse la producción de trigo, no solo dejarían de ingresar divisas sino que también se reduciría el saldo exportable ya que la Argentina necesita para abastecer el mercado interno entre 6 y 7 millones de toneladas. Es por eso que el Gobierno sigue con atención el desarrollo de la campaña agrícola para establecer los volúmenes de equilibrio para no perjudicar al mercado interno.
En paralelo, continuando con la campaña agrícola, durante los últimos quince días el avance nacional de siembra de cebada cubrió el 46,7% de las 1,3 millones de hectáreas proyectadas informando una demora interanual de -14,3 puntos consecuencia de la falta de humedad superficial.
Finalmente, la recolección de maíz con destino grano comercial mantiene el buen ritmo registrado las semanas previas. A medida que el nivel de humedad de los granos desciende, la cosecha se concentra sobre lotes tardíos y de segunda ocupación. Luego de relevar un avance intersemanal en la recolección de 4,2 puntos porcentuales, ya se cosechó el 46,5 % del área apta en todo el país. A la fecha el rinde medio nacional se ubica en 70,2 quintales. Frente a este panorama, la Bolsa de Cereales mantiene una producción estimada en 49 millones de toneladas.
Fuente: Ambito