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El recuerdo del máximo piloto nacional, Juan Manuel Fangio

Un 24 de junio como hoy pero de 1911 nació en Balcarce, provincia de Buenos Aires, quien sería el más grande piloto de Fórmula Uno de todos los tiempos. Juan Manuel Fangio, el Chueco, el Quíntuple, o como se lo quiera apodar, es el responsable de que hoy se celebre en Argentina el Día Nacional del Piloto. Tiene sentido, ¿no?

Hijo de una familia humilde de inmigrantes italianos, se crio con una educación que puso el foco en el esfuerzo y la dedicación para lograr las cosas.

Juan Manuel Fangio, a 69 años de su primer triunfo en Europa
Juan Manuel Fangio, a 69 años de su primer triunfo en Europa

Rápido hasta para nacer

Justamente referido a su nacimiento hay una anécdota que, curiosidades del destino, asegura que hasta para llegar al mundo fue rápido y se adelantó. “El hombre que llegó un día antes”, le decían en broma.

Resulta que apenas habían pasado diez minutos de las 00 hs. cuando nació en la calle 13 de Balcarce (curiosamente conocida como “la calle de las volantas” porque era una arteria principal para los carruajes). Era el propio Chueco quien contaba que cuando su padre Loreto lo fue a anotar al registro dijo “nació anoche”, lo que se prestó a la confusión.

Así es que si bien Fangio nació el 24 de junio, en el documento siempre figuró el 23 de junio como el día de su natalicio.

El primer campeonato del mundo de F1 fue en 1951 con Alfa Romeo.
El primer campeonato del mundo de F1 fue en 1951 con Alfa Romeo.

Familia humilde

El Quíntuple fue el cuarto hijo. Herminia, su madre, lo dio a luz en una pieza que ellos mismos habían levantado, ya que Loreto era peón de albañil.

Loreto y Herminia se casaron en 1903, cuando tenían 19 y 17 años, respectivamente. Su historia fue la de tantos inmigrantes que progresaron a fuerza de trabajo y humildad.

Tanta humildad que después de ganar su primer campeonato del mundo de F1 en Europa (en 1951, con Alfa Romeo), Fangio llamó a su padre y le preguntó qué quería que le trajera del lejano Viejo Continente este le respondió: una bicicleta de media carrera marca Bianchi.

Fangio no habrá nacido un día antes, pero muchos -con evidencia- le atribuyen una capacidad de anticipación superior. Una percepción especial. Que se entienda: superior a la de los mejores pilotos de la época, contra los que competía.

Moss junto a su amigo Fangio. "Yo hacía mi mejor esfuerzo para robar su corona", escribió el británico.
Moss junto a su amigo Fangio. “Yo hacía mi mejor esfuerzo para robar su corona”, escribió el británico.

Capacidad de anticiparse

Es la que literalmente le permitió sobrevivir en una época donde correr en F1 significaba codearse de verdad con la muerte. Un ejemplo fue Mónaco en 1950, su primera victoria en la categoría, cuando por la dirección en la que miraban los espectadores infirió el desastre y logró esquivarlo.

También en la mayor tragedia del automovilismo mundial, cuando en las 24 Horas de Le Mans de 1955 un auto levantó vuelo a 210 km/h y explotó sobre una tribuna. Las cifras de muertos no coinciden, pero oscilan entre 80 y 130. Fangio se salvó por centímetros.

“Yo me aferro al volante y espero el golpe que no sé por qué no llega. Mi Mercedes pasa por un pelo, acariciando el Austin que atravesado raja con su chapa el asfalto. Detrás mío, dejo el infierno”, recordó el Quíntuple en una entrevista.

Luego se supo: su Mercedes-Benz pasó “por un pelo” a 260 km/h.

 

Fuente: TN