El precio de los papeles de YPF en la bolsa de Nueva York cayó a la mitad tras las PASO. Los analistas creen que los mercados exigen un contexto desregulado al nuevo gobierno desde el 10 de diciembre.
YPF entró en la espiral de la incógnita tras el cimbronazo para las expectativas de los mercados después de las PASO. Sus acciones en la bolsa de Nueva York se derrumbaron casi un 49,25% hace casi un mes (en solo tres días, antes y después de las elecciones) y por ahora no hay señales fuertes de que levanten el precio.
¿Las razones? Un grueso de los analistas consultados liga el fenómeno histórico a la coyuntura política electoral, más allá de las medidas concretas que sí afectan el desarrollo real de los proyectos de inversión en Argentina, como el decreto 566/19 que congeló por 90 días el precio del barril a u$s 45,19, para evitar un escenario inflacionario por el traslado de la medida al precio de los combustibles.
A pesar del contexto complejo por el clima de default, los analistas no ven –por ahora- un futuro donde Vaca Muerta esté desactivada en el próximo gobierno. Más bien creen que, a pesar de las restricciones con el precio del barril frenado y sumado a un mal año en el mercado del gas, puede adaptar el plan de producción al nuevo contexto de incertidumbre.
“La incapacidad de remarcar precios de la gasolina doméstica de manera temporal hizo que, en términos efectivos, el precio internacional esté por arriba. No se pudo ajustar la depreciación que hubo. Si bien eso es temporal, la señal es muy mala, en un contexto en que el Estado no se metía en la conformación del precio doméstico”, indicó a este medio Diego Ocampo, director senior en el área de Rating Corporativo de la consultora S&P Argentina.
Ocampo destacó además: “Dos o tres días antes de las PASO publicamos un informe que decía que en el caso de que ganara la oposición veíamos continuar un escenario, porque estamos cerca de que Vaca Muerta se convierta en el segundo generador de divisas más grande del país e hicimos tres escenarios posibles en generación de divisas del país”.
Distintas voces afirmaron que la alerta roja en la que entraron las acciones de YPF, como las de la mayoría de las empresas energéticas argentinas con la caída del Merval, tiene una relación más de expectativa política futura que en las medidas concretas desde la economía.
Una de ellas es la tasa de descuento futura de la empresa. Sin una garantía real de cómo será la política energética del nuevo gobierno que asuma el 10 de diciembre, los accionistas abrieron el paraguas tras el resultado de las PASO.
El precio y las urnas
Una fuente experimentada dentro del mercado energético que conoce bien a la petrolera estatal remarcó a +e: “El sector está siguiendo los pasos de Alberto Fernández, porque la lectura es que tiene todas las posibilidades de ser el próximo presidente. Y la verdad es que nadie quiere un clima en el que el Estado regule los precios del sector como pasó durante el kirchnerismo”.
Otro punto es que el decreto 566/19 también limita el giro de dividendos de YPF y ese factor también parece haber alterado los ánimos de los accionistas que salieron a vender los papeles.
“YPF sigue bajo el control estatal, y con la lógica de una empresa privada tal vez se hubieran tomado otras acciones después del decreto. Pero el valor de la acción puede volver a subir rápidamente en algún momento”, agregó la fuente.
La caída tiene un correlato directo con el resultado de las elecciones, más allá del análisis de las perspectivas del nuevo gobierno. El 9 de agosto las acciones de la empresa nacionalizada cotizaban a u$s 16,69 y tres días después, ya se habían desplomado a u$s 8,47. Una señal que todavía no se recupera.
Fuente: LMNeuquen