Embajadores de los países de la Unión Europea (UE) realizaban el lunes un esfuerzo de última hora para persuadir a Hungría a aceptar un embargo al petróleo ruso, a apenas horas de una cumbre que puede exponer las grietas en el bloque.
La propuesta del embargo al petróleo de Rusia es parte del sexto paquete de sanciones de la UE pero se estrelló contra la oposición de Hungría, que justifica esa posición alegando que un embargo al petróleo ruso representa una amenaza a su seguridad energética.
Los embajadores de la UE realizaron en Bruselas una reunión excepcional el domingo para tratar de allanar un camino a un acuerdo que permita aprobar el sexto paquete de sanciones a Rusia, y ante la falta de acuerdo esa reunión continuó este lunes.
A partir de la tarde, los líderes europeos deben iniciar en la capital belga una cumbre de dos días para discutir formas de ayudar a Ucrania ante la invasión rusa, y como reforzar el gasto europeo en defensa.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, tiene previsto conectarse mediante videoconferencia a la reunión con sus homólogos europeos.
En ese escenario, la cuestión del sexto paquete de sanciones a Rusia y la propuesta del embargo petrolero es, como lo definió un diplomático de la UE, “el elefante en la sala”.
Ante la enorme dificultad para alcanzar un consenso, la UE desea evitar a cualquier precio dar una muestra de sus divisiones internas y por ello busca una salida.
– Tensiones –
Hungría, un país sin salida al mar, importa el 65% del petróleo que consume desde Rusia a través del oleoducto Druzhba y, junto con Eslovaquia y la República Checa, han solicitado una excepción a la prohibición de importación.
Diplomáticos dijeron que se ha otorgado un retraso de dos años al embargo a los países afectados, pero que Budapest quiere al menos cuatro años y casi 800 millones de euros en fondos europeos para adaptar sus refinerías.
Un funcionario de la UE dijo a la AFP que la última solución de compromiso excluiría el oleoducto Druzhba del embargo “por el momento” y solo impondría sanciones al petróleo enviado a la UE mediante busques cisterna.
Reforzado por su reciente reelección, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, envió inclusive una carta al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la que expresó de forma explícita su deseo de que la cuestión del embargo petroleo sea discutida en la cumbre.
Además, la UE aún no ha aprobado el plan húngaro de recuperación pospandemia, a causa de las agrias diferencias entre Bruselas y Budapest por la calidad democrática y el estado de derecho en ese país.
Todavía con la esperanza de encontrar una solución, los funcionarios de la UE intentan insistir en que el problema es técnico y no sobre las diferencias políticas entre Orban y sus socios de la UE.
Pero un alto diplomático de la UE advirtió que los ánimos estaban a prueba por las sospechas de que los negociadores estaban yendo demasiado lejos en sus esfuerzos por aplacar a Orban.
Fuente: La nacion