El encuentro será a las 16 con el ministro del interior, Rogelio Frigerio, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, y el senador nacional de Río Negro, Miguel Ángel Pichetto, en busca de obtener soluciones a la crisis que vive el sector desde hace más de dos meses
Para los gobiernos provinciales y las pymes productoras de biodiésel y bioetanol, su situación es “terminal”, según explican los protagonistas. Debido a esta actualidad que atraviesa el sector, esta tarde a las 16 serán recibidos en la Casa Rosada por el ministro del interior, Rogelio Frigerio, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui y el senador nacional de Río Negro, Miguel Ángel Pichetto.
Pichetto, candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, aseguró en el marco del congreso Mercosoja 2019, en la ciudad de Rosario, que el principal objetivo gubernamental es que “comience a ordenarse” la situación de crisis que enfrenta el sector del biocombustible, y por ello se buscará en la reunión con los privados y provincias que “se encuentren las mejores condiciones de venta” para este sector.
Tras una primera reunión que empresas y funcionarios de Santa Fe, Córdoba y Tucumán mantuvieron con el ministro Frigerio, Verónica Geese, secretaria de energía santafesina, expresó que: “Hoy las plantas productoras de biocombustible están cerradas y sin actividad, y el ministro del interior se comprometió a interceder y tratar de encontrar una solución a estos problemas que no son de hoy, por el congelamiento de precios y la devaluación, sino que son de hace más de un año por malas regulaciones”.
Según Geese: “Para la producción de biocombustible, su situación es terminal, especialmente para las pymes de biodiesel y también para las que fabrican bioetanol a base de maíz y azúcar. Tienen sus precios congelados tras la devaluación, y sus costos están dolarizados: han sufrido incrementos propios de la devaluación y por ello su situación es realmente terminal”.
Federico Pucciarello, de la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustible –CEPREB-, dijo a Infobae: “La situación es de urgencia y total emergencia para la industria productora de biodiesel: esto afecta a más de 60 mil familias, y a unas 54 plantas de producción distribuidas en una decena de provincias. Allí se produce el 10% de los combustibles líquidos producidos en la Argentina”.
La queja de los privados, apoyados por los estados provinciales, apuntan a una “errática” política propuesta desde la Secretaría de Energía, hoy a cargo de Gustavo Lopetegui, que por primera vez se sumaría a los encuentros que mantiene el gobierno con los privados.
Las fábricas de biocombustible objetan que sus costos e insumos no dejan de subir por estar dolarizados, mientras que cuentan con un precio congelado por la cartera de energía en torno a los $ 31.500 por tonelada que deben abonar las petroleras para hacer el corte para los combustibles que se expenden en los surtidores.
Finalmente, desde las pymes de biocombustibles se indicaron que además que las petroleras cuentan con la ventaja del congelamiento de buena parte de sus insumos pesificados también cuentan con el aval gubernamental para adquirir biocombustible a grandes empresas a un valor de $ 40.000 por tonelada, dejando a las pequeñas y medianas empresas “fuera del negocio”.
Fuente: Infobae